"Es increíble que el 'Prestige' pudiese mantener el rumbo"
Un ex directivo de la armadora admite ante la juez el penoso estado del buque
El Prestige "no servía ni para transportar agua, es increíble que pudiera siquiera mantener el rumbo". Son palabras textuales, ayer ante la juez de Corcubión, de George N. Alevizos, un ex directivo de la armadora griega del viejo petrolero que provocó, al romperse frente a las costas gallegas, en noviembre de 2002, una de las mayores catástrofes ecológicas de Europa. La declaración como testigo del único representante de la naviera Universe Maritime con el que pudo contar la juez del caso en estos casi seis años de instrucción respondió a las expectativas. Durante más de nueve horas, en jornada y media, Alevizos, que era director técnico de la armadora -su superior e imputado en esta causa, Magretis, falleció sin prestar nunca declaración- ratificó en Corcubión todos los puntos de la versión que, como testigo de los hechos pero también como perito experto contratado por España, ya había hecho en 2007 en el pleito civil que las autoridades estatales mantienen vivo en Nueva York contra ABS.
Alevizos asegura que el petrolero fue mal reparado en un astillero de China
ABS, la sociedad estadounidense encargada de supervisar el estado del barco y concederle el certificado imprescindible para hacerse a la mar, es la "única responsable", según Alevizos, de que el viejo petrolero fuese fletado para transportar más de 70.000 toneladas de fuel a través de medio mundo. Pese a no pertenecer ya a la naviera, el ex directivo la exculpó en todo momento, al recalcar que "se gastó mucho dinero en las reparaciones" que, por orden de ABS, se hicieron al Prestige en astilleros chinos un año antes de emprender el fatídico viaje que acabó en la inmensa marea negra frente a Galicia. Sin embargo, la clasificadora con sede en Houston (Texas) "no prestó ni revisó con suficiente atención" el petrolero, según Alevizos.
El ex directivo de Universe Maritime ya realizó en 2007 un informe pericial por encargo de las autoridades españolas, cuyos extremos ratificó ayer en Corcubión. En ese documento Alevizos asegura que en China, la zona de estribor del casco del Prestige, la misma que sufrió la vía de agua frente a Galicia, en medio de un temporal, aquel 13 de noviembre de 2002, fue parcheada con planchas de acero de grosor inferior a las originales. Una reparación a la que ABS, según Alevizos, no le debería haber dado el visto bueno.
Otro de los testimonios importantes de Alevizos es que volvió a asegurar tajantemente que la armadora griega nunca se planteó pedir a las autoridades españolas que llevaran el barco a una zona protegida para intentar trasvasar su carga. Según él, en la sede de Atenas de Universe Maritime, con los datos que iba aportando el capitán, Apostolos Mangouras, ya se dio casi de inmediato por perdido el petrolero al romperse por la zona reparada en China. El capitán, imputado en esta causa y el único que estuvo meses en prisión, fue acusado de desobediencia por las autoridades españolas al negarse a alejar el petrolero de la costa en pleno temporal e intentar, dijo que por orden de su armadora, llevarlo hacia una zona protegida.
La declaración de Alevizos resulta "relevante", señaló el fiscal de Medio Ambiente, Álvaro García Ortiz. Pero advirtió que ahora, finalizadas las rondas de los testigos, y a falta de llegar los últimos informes periciales y económicos, se precisa "unir todas las piezas del puzzle" antes de decidir las consecuencias jurídicas. Además de Mangouras y del armador fallecido, sigue imputado el ex director de la Marina Mercante, José Luis López Sors. El testimonio de Alevizos fue cuestionado por algunas de las partes por producirse tras haber sido contratado por el Estado en el pleito de Nueva York.
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