Séptimo colapso en la nueva M-30
Dos kilómetros de un túnel se inundan por fallos en un colector y en las bombas
La secuencia es la misma: tromba de agua y después, corte de los túneles de la nueva M-30. El de ayer fue el número siete, desde febrero de 2007. Los conductores que pretendían entrar en la ciudad por el suroeste se toparon con el corte del anillo exterior de la M-30, entre Marqués de Monistrol y Pirámides, que estuvo impracticable 14 horas: una extensísima balsa de agua, de casi medio kilómetro de longitud anegó la calzada desde las 2.30.
El Ayuntamiento asegura que el fallo de uno de los dos nuevos colectores de la infraestructura que soterró el anillo de circunvalación provocó el corte. El colector sur, que transcurre paralelo al túnel exterior de la M-30, tiene 4,5 metros de ancho por 3,5 de alto y unos cuatro kilómetros de longitud. Recoge todas las aguas procedentes de la M-30 y de los barrios limítrofes a esta vía. Fue construido durante las obras de soterramiento.
El concejal de Seguridad, Pedro Calvo, apuntó que el colector pudo inyectar agua a la M-30 por un problema de sobrecarga o por filtraciones. Los técnicos estudiarán ahora lo que ha pasado para ver las causas.
Pero no era de la misma opinión el arquitecto Javier Cogolludo, que ha realizado un informe sobre las negligencias constructivas en el soterramiento de la M-30. "El problema de los nuevos colectores de la M-30 es que no dan abasto. No son capaces de absorber el agua de los márgenes del río y los barrios adyacentes", aseguró Cogolludo.
Además, un técnico que participó en el soterramiento, y miembros del equipo de emergencias de Calle 30 aseguraron que la causa definitiva se dio en los pozos de bombeo (bombas que están en el subsuelo, con un diámetro de dos metros que se encargan de expulsar el agua en caso de inundación), que por un fallo eléctrico no han funcionado y no han expulsado el agua.
Los cortes comenzaron a las 2.30 de ayer, cuando el agua impidió que los coches circularan por tres de los cuatro carriles de que dispone el subterráneo. El tráfico fue interrumpido a las 5.15. La enorme balsa de agua que se había formando (unos 70 centímetros de alto) amenazaba con dejar atrapado a todo coche que circulase por ahí.
Bomberos y responsables de mantenimiento del túnel intentaron desde la madrugada achicar el agua estancada, pero era tal el volumen que no estaba listo para cuando se produjo la hora punta de entrada a la capital. Pese a que el Ayuntamiento informó del corte a través de la radio —sin especificar la causa— miles de conductores se vieron atrapados en los paseos de Extremadura y del Marqués de Monistrol para intentar acceder a la ciudad. Los que optaron por la avenida de Valladolid tardaron hasta 45 minutos en llegar al paseo de la Virgen del Puerto.
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