Un preso de permiso, acusado de matar al joyero de Leganés

Un simple servicio de auxilio de la Guardia Civil de Tráfico de Guadalajara terminó con la detención de un preso fugado que está acusado de matar a un joyero en Leganés el pasado 30 de agosto. José Manuel Izquierdo Vega, de 27 años y vecino de Vinaroz (Castellón), fue arrestado la tarde del lunes cuando se hallaba parado en un arcén de una carretera comarcal. Estaba al volante de un coche robado en el distrito de Carabanchel, según fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Guadalajara.

El crimen se produjo el pasado sábado 30 de agosto cuando el dueño de la joyería Venya, de Leganés, Salam H. T., de 55 años, fue degollado y apuñalado en su local. Los agentes de la Policía Científica hallaron huellas de José Manuel Izquierdo en la tienda. Esto motivó que los agentes del Grupo VI de Homicidios emitieran una orden de detención a escala nacional.

El arresto se produjo en el kilómetro 6 de la carretera M-211 (Alcolea-Molina de Aragón), en el término municipal de Anguita (a 90 kilómetros al norte de Guadalajara), hacia las siete de la tarde. Una pareja de agentes de tráfico vio un coche detenido en el arcén de la vía, por lo que se pararon para averiguar qué le ocurría. Izquierdo se puso muy nervioso al ver a los guardias. Les dijo que se había quedado sin combustible y que un amigo suyo, que supuestamente le acompañaba, había ido a una gasolinera cercana. A los agentes les sorprendió su reacción, por lo que decidieron comprobar a través de la emisora la matrícula del vehículo. Sus sospechas se confirmaron: el turismo había sido robado ese mismo día y su propietario había denunciado la sustracción en la comisaría de Carabanchel.

Los guardias le pidieron la documentación al sospechoso. Al comprobar los datos, descubrieron que pesaban sobre él dos órdenes de detención. Una la había emitido el 27 de agosto la Guardia Civil de Daroca (Zaragoza), en cuya prisión cumplía condena, hasta su fuga, el supuesto homicida. La otra correspondía a los investigadores de Homicidios de la Jefatura de Policía de Madrid.

Izquierdo, nacido el 20 de abril de 1981, fue condenado en 2003 a dos penas: una de ocho años por un delito de robo y otra de 20 meses por lesiones. Ingresó en Daroca, donde ya había disfrutado de tres permisos de varios días, sin que hubiera causado ningún problema durante estas salidas.El permiso para esta última salida lo había concedido por unanimidad la Junta de Tratamiento de la prisión de Daroca, según fuentes de Instituciones Penitenciarias. Izquierdo contaba con el apoyo de su familia durante las salidas, estaba integrado en talleres dentro de la cárcel y no se había metido en problemas en sus permisos anteriores. También había cumplido la mitad de la condena.

Fuentes policiales creen que Izquierdo fue directamente desde Castellón hasta Madrid, donde contactó con el compinche con el que atracó la joyería de Leganés. Tenía que haber vuelto a Daroca el 30 de agosto, el día en el que se produjo el crimen.

Izquierdo no opuso resistencia a la detención. La Guardia Civil le trasladó al puesto de Alcolea del Pinar (Guadalajara). Los agentes de Homicidios se trasladaron a este municipio la noche del lunes e interrogaron al supuesto homicida. Éste se encontraba ayer a la espera de pasar a disposición del juzgado de guardia de Sigüenza. Fuentes policiales no descartan que la titular de este juzgado se inhiba en favor de la juez de Leganés que instruye el crimen del joyero.

El preso salió de Daroca el pasado 26 de agosto y acudió a su casa, en Vinaroz. Pero ese mismo día se marchó del pueblo con el coche de su hermana. Fue la propia familia la que avisó a la prisión de que se había ido sin decir a dónde iba. Ante este hecho, la Guardia Civil de Daroca lanzó la orden de detención.

Fuentes de Instituciones Penitenciarias señalaron que este caso había provocado una gran desolación entre el personal de la prisión de Daroca, ya que creían que José Manuel Izquierdo estaba rehabilitándose.