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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Mila Schön, diseñadora de moda

Estaba considerada como 'la gran señora de la elegancia'

La diseñadora y estilista Mila Schön murió el pasado viernes 5 de septiembre, mientras dormía en su villa de Alessandria, en el norte lombardo, a los 92 años. Se le consideraba un referente histórico de la elegancia en el vestir por la linealidad de su estilo. Su verdadero nombre era Maria Carmen Nutrizio y había nacido en 1916 en Traú, una pequeña isla de Dalmacia (actualmente Croacia). Tras la Segunda Guerra Mundial se trasladó a Milán al contraer matrimonio con el hombre de negocios Aurelio Schön. Así, ya milanesa de adopción, creó su primera casa de moda en 1958.

Calificada por todos como una persona de gran rigor y calidad personal, en lo profesional rozaba la perfección. Esta exigente estilista, en 1966 abrió su boutique en la Via Montenapoleone, siendo una de las primeras en dar lustre a esta calle que se convertía con el paso del tiempo en un referente mundial del alto diseño de tendencias. Desde esos años luchaba ya por el control de lo realmente chic y contra las vulgarizaciones. Uno de sus lemas era "lujo sin brillos", estudiando y proponiendo la unión mesurada entre lo funcional y lo elegante. Mila Schön se insertó muy bien en la inveterada sobriedad de la sociedad milanesa, que contrastaba con la opulencia romana. Eran los tiempos en que Germana Marucelli, Wanda Roveda y Jole Veneziani rivalizaban en exclusividades al vestir a las señoras que iban al teatro de la Scala.

El sello Mila Schön empezó con un taller modestísimo en su propia casa compuesto por tres operarias y una jefa de taller, y en cuanto visitó los talleres de París, se fijó en el rigor de patronaje y el esmero de los terminados, que se convirtió en uno de sus objetivos; se la llegó a llamar "la Coco Chanel italiana", algo que no le hacía demasiada gracia.

Entre sus clientas devotas estuvieron Catherine Spaak, Jackie Kennedy, Ira von Furstenberg y Marella Agnelli. Su primer desfile en el tallercito de la calle San Pietro all'Orto ya fue una demostración de talento y progresión, en contraste a las directrices que entonces marcaban desde París Dior con las siluetas corola o Balenciaga con su volumetría. Mila Schön prefería la nitidez lineal, que perfeccionó con hallazgos como la "tela doble" (lana sobre lana, o también lana sobre algodón), que permitía estructuraciones firmes y geometrías avanzadas. Una vez dijo: "Concibo los trajes sin forrar, con el interior igual al exterior; el double face me aporta el orden y la limpieza en la confección".

En 1965 es invitada por el marqués Giorgini a desfilar en el Palazzo Pitti con gran éxito, y sus prendas de capas superpuestas esfumadas con una gama de intensos morados es elogiada por toda la crítica. Después, inmediatamente aparece en la pasarela de la Alta Moda de Roma junto a Valentino, Gattinoti y las Sorelle Fontana. En 1966 es invitada por Neiman Marcus y recibe en Houston el Oscar del Color.

Uno de sus vestidos de los años sesenta se incluyó en la exposición Cubismo y moda del Metropolitan de Nueva York en 1998. En 1992, el grupo japonés Itochu, en plena política de expansión entonces, adquirió el sello Mila Schön, que en febrero de este año ha vuelto a la Semana de la Moda de Milán con un nuevo equipo creativo.

En julio de 2007, una exposición en Roma recorrió su trayectoria, y el Palazzo Reale de Milán albergará esta misma muestra, pero sensiblemente ampliada, para resaltar su devenir creativo y la notable influencia que ejerció en la consolidación prestigiosa de made in Italy y los 50 años de existencia profesional de la marca. Le sobreviven su viudo y su hijo Giorgio.

Mila Schön, en Roma en 1980.
Mila Schön, en Roma en 1980.EFE

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