Barcelona quintuplica las cámaras en los cruces conflictivos

El Ayuntamiento de Barcelona ha multipicado casi por cinco el número de cámaras instaladas en diversos cruces de la ciudad, que pasan de 8 a 38. Entre otras funciones, las cámaras tienen como objetivo reducir la accidentalidad en algunos puntos críticos de la red viaria. Según Francesc Narváez, edil de Movilidad, los dispositivos, que se han instalado en las intersecciones de algunas de las principales vías de la ciudad -Gran Via, Diagonal, Aragón, paseo de Gràcia y Balmes, entre otras- son de las denominadas "foto rojo", una cámara que capta una serie consecutiva de imágenes de los vehículos infractores que se saltan los semáforos. Ofrecen una secuencia de imágenes que hace imposible defender que un determinado vehículo no se ha saltado un semáforo, señala Narváez.

El paso de ocho a 38 cruces vigilados, es un "salto muy importante" que el edil confía en que ayude a reducir el número de accidentes. Las imágenes captadas se convierten en fotodenuncias contra las que caben poca reclamación por parte del infractor, por lo que el Consistorio espera que generen un cambio en el hábito de los conductores más impacientes, sobre todo en los cruces con mayores riesgos.