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Unió rechaza realizar en su congreso una declaración de lealtad hacia Convergència

La ponencia política propondrá revisar la federación de CiU de arriba abajo

Unió Democràtica (UDC) se resiste a satisfacer gratis las demandas de sus socios de federación, Convergència (CDC). En el congreso que celebrarán en octubre, los democristianos pretenden dar calabazas a Artur Mas y rechazarán, una por una, las exigencias que los convergentes aprobaron en su cónclave de julio. No habrá fusión, ni siquiera una declaración de lealtad hacia CDC porque en Unió aseguran que la lealtad ha de demostrarse día a día. Y UDC también advertirá de que si Convergència pretende revisar los mecanismos de la federación no debe limitarse a las estructuras comarcales y locales. El texto democristiano certificará que "Unió reclama para la federación los mismos requisitos de centralidad, de coherencia y de compromiso que se exige a ella misma".

No habrá una revisión de mecanismos a gusto de los convergentes

"Si abrimos el melón lo abrimos con todas las consecuencias, guste o no guste", comenta un dirigente del partido de Josep Antoni Duran Lleida. Por tanto, Unió se negará a celebrar, como piden sus socios, una conferencia municipal en el plazo de un año para modificar el sistema de confección de las listas municipales.

Los democristianos han celebrado esta semana dos reuniones para ultimar la redacción de las tres ponencias que presentarán en el congreso del 18 de octubre, en Sitges. Será en la ponencia de estrategia política, dirigida por el secretario general, Josep Maria Pelegrí, en la que se aborden las relaciones con sus socios y se dé respuesta a las demandas que Convergència aprobó en su congreso.

Al día siguiente del cónclave de CDC, Pelegrí ya avisó de que Unió irá por libre y que no se dejará influir por aquellas resoluciones. Pero esas palabras quedarán ahora impresas en los documentos de Unió. Eso sí, con escaso énfasis y a la espera de que sean los militantes democristianos quienes endurezcan con sus enmiendas el tono de las quejas contra el partido de Mas.

Convergència, por ejemplo, aprobó en el congreso de julio una declaración de lealtad hacia Unió y reclamó a los democristianos un gesto recíproco en su cónclave de octubre. Nada de eso sucederá. En el borrador de la ponencia política se omite por completo este tema como si los democristianos hicieran oídos sordos. Y no parece que en el trámite de enmiendas ni en los plenos congresuales la dirección de UDC quiera modificar ni un ápice la redacción del texto.

La demanda de CDC ya provocó en su día malestar en los democristianos. Pero después se lo tomó con cierta resignación no exenta de ironía. "Ya sería hora que se declararan leales", comenta un dirigente de Unió. Ahora, los dirigentes de la formación de Duran entienden que más allá de intenciones, la lealtad debe demostrarse día a día.

Tampoco habrá una revisión acotada de los mecanismos y estructuras de la federación a gusto de los convergentes, sino que en la ponencia política se apelará a abrir un proceso de reflexión con la intención de "mejorar" la coordinación política y electoral. "Pero si quieren revisar o modificar algo tiene que hablarse de todo. Eso significa todo, hasta de cómo se eligen los cabezas de cartel, las funciones de los órganos de la federación y el sistema de votaciones. Todo significa todo", advierten desde Unió. Por tanto, UDC rechazará celebrar una conferencia nacional de los dos partidos circunscrita a cambiar el sistema de elección municipal.

La ponencia sobre el Estado del Bienestar, dirigida por el diputado Josep Sánchez Llibre, presenta pocas novedades. Se hace una fuerte reivindicación de las políticas de apoyo a la familia a la que se considera la principal "escuela de valores" a recuperar, como "la solidaridad, el altruismo, el respeto o el esfuerzo". Respecto a la educación, se ratifica el derecho de los padres a elegir el centro y se reclama una financiación "equitativa" tanto para las escuelas públicas como las concertadas. Unió huye del denominado contrato con los inmigrantes que aprobó CDC y se limita a un "plan de acogida que recoja las características de nuestra sociedad, que tendrá que incluir conocimientos, derechos y deberes generales de nuestra convivencia y la limitación del contingente de inmigrantes según las posibilidades reales de cada momento".

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