Cierre del mejor festival rockero

Festivales hay muchísimos en España, pero pocos están capacitados para plantar cara al Azkena Rock, probablemente el mejor festival rockero del país. Pese a las mediocres actuaciones de los cabezas de cartel de la jornada del jueves, que sumó 6.231 espectadores, y tras la actuación ayer de Sex Pistols, el último día del festival se anuncia más que interesante.

Como punta de lanza figura The Jayhawks, un conjunto estadounidense que sentó las bases del movimiento americana, suerte de country alternativo que ha redivido la música vaquera con un enfoque más contemporáneo y elementos claramente pop. La banda ha reunido a la formación que grabó en 1995 Tomorrow the green grass, su mejor álbum, aquel en el que mejor se compenetraron los talentos, las guitarras y las armonías vocales de los guitarristas, cantantes y compositores Mark Olson y Gary Louris.

Ismaël Lô y Elíades Ochoa ponen un broche de oro al Festival de Getxo

Garantía de buena música, de gran concierto, es la presencia de Los Lobos, un grupo californiano que en España se identifica con la banda sonora del largometraje La Bamba, pero cuya carrera ha dado mucho más de sí. Desde 1973 figura con justicia entre los principales renovadores de la música de raíz estadounidense y entre los más diestros a la hora de merar música tradicional y rock.

Rock enmarañado y entregado al sonido distorsionado de la guitarra eléctrica es lo que ofrece Dinosaur Jr., el trío estadounidense que hoy figura con los caracteres más grandes, tras The Jayhawks. Su líder, el guitar hero J. Mascis, es uno de los supervivientes más solventes y estimados del indie de los noventa, gracias a su habilidad a la hora de atemperar la distorsión con melodías realmente pegadizas.

El otro gran festival del fin de semana es el Folk Getxo BBK 2008, que aún programará cuatro conciertos. Los principales serán protagonizados por Ismaël Lô, natural de Níger, y Elíades Ochoa, exponente de la música cubana. Lô mostrará hoy las virtudes que le llevaron a ser considerado "el Bob Dylan africano", entre las que figuran un gran eclecticismo y su facilidad y destreza a la hora de fundir elementos tradicionales y contemporáneos. Ochoa, por su parte, repasará un repertorio entrañable en que tienen cabida guajiras, boleros y guarachas. El músico permanece en activo desde hace cuatro décadas, pero no fue descubierto por el gran público hasta finales de los años noventa, cuando fue reclutado por el estadounidense Ry Cooder para su proyecto Buena Vista Social Club.

La primera edición vasca del festival Sete Sóis Sete Luas, que se desarrolla en un circuito integrado por 30 ciudades de nueve países, llega a su fin con actuaciones de Ostolaza eta Pujana, pareja trikitilari que en su último disco (Lastur bidea) interpreta fandangos, arin-arin, porrusaldas pasodobles, kalejiras y valses, y de Sete Sóis Orkestra. Así se llama una formación que aúna a siete músicos de cinco países y que, bajo la dirección de Stefano Saletti, pretende estrechar lazos entre distintas tradiciones y culturas, y definir un sonido mediterráneo.

También llega hoy a su fin la Quincena Musical Donostiarra. Lo hace con un recital en el que la Sinfonieorchester Baden-Baden und Freiburg interpretará fragmentos de Parsifal, ópera de Wagner basada en un poema épico medieval de Wolfram von Eschenbach, la Sinfonía nº7 de Anton Bruckner y Couleurs de la cité céleste, de Olivier Messiaen. El recital se plantea como un homenaje a Messiaen, que en diciembre hubiera cumplido 100 años, y contará con participación de Roger Muraro como piano solista. La batuta la empuñará Sylyain Cambreling, director titular de orquesta alemana.

La oferta cultural incluye también un concierto gratuito de Kiko Veneno. El rey de la rumba pop se situará al frente de La Banda del Retumbe para repasar una amplia discografía que cuenta como última entrega con El hombre invisible, "un disco más rock".

En la cartelera teatral destaca Una pareja de miedo. Jaime Azpilicueta dirige una adaptación de la obra de Charles Ludlam El misterio de Irma Vep, en la que los conocidos humoristas Josema Yuste y Florentino Fernández, que debuta en teatro, interpretan a dos personajes que se enfrentan a los fenómenos extraños que provoca el espíritu de en una vieja mansión de la campiña inglesa en el XIX.