Una fuga de un tren de mercancías corta el tráfico ferroviario siete horas

Herminio no pudo abrir ayer la cantina de la estación de tren de Robledo de Chavela hasta bien entrado el mediodía. No le dejaron pasar cuando llegó a las ocho de la mañana a su puesto. La pequeña estación de piedra que corona una cuesta del municipio del noroeste de Madrid estaba custodiada por policías y guardia civiles por una fuga de gas que cortó el tráfico ferroviario durante seis horas. No hubo intoxicados ni heridos.

"Me dijeron que no podía entrar, nada más, y luego ya vi todo el follón", cuenta Herminio, ya en su puesto al otro lado de la barra. Cuatro familias de los chalés situados más cerca de las vías fueron desalojadas. Menos de 10 personas, según un portavoz de Emergencias 112. A otra vecina le pidieron que cerrara las ventanas y no se le ocurriera asomar la cabeza.

Toda precaución es poca ante una fuga, por lo que se desplazaron hasta la estación de tren cinco coches de bomberos y siete vehículos del Summa, que llegó a instalar tiendas de campaña. Un gran dispositivo para evitar males mayores después de que el conductor de un tren de mercancías que iba de Torrelavega a Albroñigal detectara una fuga de dióxido de azufre, un gas corrosivo, que estaba saliendo por una de las cisternas por culpa de un tornillo defectuoso. El hombre paró el convoy a unos cien metros de la estación.

Durante seis horas, los técnicos inspeccionaron la avería y el tráfico de trenes quedó interrumpido entre las estaciones de Zarzalejo y Santa María de la Alameda. Este corte afectó a siete recorridos ferroviarios.

Seis trenes de media distancia -los trayectos de ida y vuelta a Salamanca y a Ávila y otros dos que circulaban de Madrid a Vitoria- tuvieron que trasladar a sus pasajeros durante parte del recorrido en autobuses facilitados por Renfe. Los afectados recorrieron el tramo de 80 kilómetros entre Ávila y Villalba por carretera. Renfe no facilitó el número de viajeros de media distancia que emplearon este sistema. También hubo complicaciones en dos trayectos de larga distancia. Los 120 pasajeros del tren que viajaba de París a Madrid llegaron desde Ávila a la estación de Chamartín en autobús. El pasaje del tren de Madrid a Hendaya (148 personas) salió de la capital por una línea de alta velocidad.

Poco antes de las 13.30, el vagón con el escape abandonó la pequeña estación de Robledo escoltado por los bomberos. El contenedor fue trasladado a la estación de Las Matas para el sellado de la fuga.