Televisores a la carta
En la IFA de Berlín los fabricantes presentan gamas de aparatos en las que el comprador escoge desde las velocidades de refresco al tipo de iluminación trasera o la conexión a Internet
La compra del televisor plano será a la carta, como se ha visto en la feria IFA de Berlín, que cerró ayer. Se podrá elegir a partir de este otoño no sólo el tamaño, marca y tecnología del televisor, como hasta ahora, sino también las prestaciones al detalle.
El mismo modelo, o muy similar, se podrá encontrar con iluminación trasera convencional o mediante diodos LED que mejoran el contraste y el negro, con velocidades de refresco de 50, 100 o incluso 200 hercios para mayor nitidez, con la posibilidad de conectarse o no a Internet y con bastidores más o menos delgados. Los paneles, por supuesto, podrán ser de plasma o LCD y con mayor o menor resolución. Y del tamaño que se quiera, desde 19 hasta 150 pulgadas. Todo, además, a precio más bajo.
El diseño y el aspecto externo del televisor pasan a segundo plano. Todos los modelos a la venta son ya muy parecidos, con un marco recto muy fino, generalmente en negro lacado y con los altavoces escondidos. La marca, con su prestigio asociado, y las especificaciones concretas de cada modelo tienen ahora más importancia, porque determinan el precio final, que sigue siendo el parámetro clave de decisión. Habrá que fijarse bien qué lleva cada aparato, puesto que modelos aparentemente iguales tendrán un precio muy distinto, según lo que incorporen en el interior.
La iluminación trasera del panel LCD mediante diodos LED en vez de tubos fluorescentes horizontales se ha generalizado en esta edición de la feria. Al encenderse y apagarse los LED de forma individual en 128 segmentos de la pantalla, se puede oscurecer totalmente una zona mientras otras están iluminadas parcial o totalmente, con lo que aumenta el contraste y la viveza de los colores. Así, la calidad global de la imagen de un panel LCD iluminado con LED ha mejorado sensiblemente y es prácticamente igual que uno de plasma.
Existen tubos fluorescentes que ocupan menos espesor que el sistema de iluminación trasero mediante LED. Por tanto, el televisor LCD con panel más delgado debe fabricarse con iluminación convencional y el de mejor calidad de imagen con diodos LED, sin que de momento se puedan tener ambas cosas a la vez. Diseño y calidad de imagen, en este caso, no van de la mano.
Con Internet
Otra primicia vista en la IFA y que se podrá encontrar en los televisores de este otoño es la conexión directa a Internet a determinados servicios de información. Estos contenidos serán actualizados constantemente, pero serán muy limitados y suministrados por un operador con el que haya acordado el fabricante del televisor. Serán accesibles a través del mando a distancia y hará falta tener banda ancha en el hogar. Quien quiera acceder a Internet sin restricciones deberá conectar un ordenador o servidor a su televisor. Dentro de un año se espera que hayan televisores conectados directamente a Internet.
Cada una de estas prestaciones añadidas al televisor plano supondrá, en términos generales, un incremento de precio de unos 300 euros. Todas estas prestaciones se añadirán a unos modelos básicos que serán considerablemente mejores y más económicos que los de hasta ahora. Así, por ejemplo, Samsung ha anunciado que su televisor de gama de 40 pulgadas costará 999 euros y tendrá panel LCD de alta definición real (Full HD) y con velocidad de refresco de 100 Hz. El ajuste de precio es importante, porque hace un año un televisor de estas características difícilmente bajaba de los 1.400 euros.
La tecnología de pantalla OLED, de mayor contraste y menor espesor y consumo, continúa siendo una opción de futuro. Sony y Samsung mostraban prototipos, pero por el momento sólo se puede comprar el monitor de 11 pulgadas de Sony a precio desorbitado.
La tecnología de plasma, por el contrario, sigue muy viva, especialmente en los tamaños de 42 y 50 pulgadas y con alta definición real (Full HD) o normal (HD Ready). Panasonic anunció la comercialización de paneles de plasma que duran más tiempo, consumen menos electricidad y amplían el espectro de colores. Samsung y LG también han actualizado sus televisores y el precio sigue siendo muy competitivo en comparación con la tecnología LCD, que es imbatible en tamaños de menos de 40 pulgadas.
El pragmatismo de los fabricantes
Los fabricantes han mostrado únicamente los productos que consideran que tendrán salida. La vuelta al núcleo básico del negocio de cada compañía también ha sido evidente. Hidetoshi Yoshida, gerente de JVC, anunció para el 1 de octubre la fusión de JVC y Kenwood, que se concentrará en productos de multimedia para el automóvil, televisión, videocámaras y equipos de sonido.
Philips aprovechó la feria para dar gran relieve a los pequeños electrodomésticos, aunque la empresa no piensa retirarse del negocio de televisión. Sharp se ha fijado como objetivo tener un 10% del mercado de televisión europeo. El principal obstáculo era la escasa capacidad de la fábrica que tiene en Sant Cugat (Barcelona) y el retraso de la planta de Polonia. Toshiyuki Tajima, responsable de Sharp en Europa, se comprometió en ampliar la capacidad de ambas. En la feria destacaba Samsung así como la vuelta de Sony. Panasonic sigue su apuesta por los televisores de plasma mientras dispone de LCD para tamaños más pequeños. La coreana LG también pugna por estar en primera línea. En IFA la informática tiene poca cabida. Se mostraron en primicia algunos ordenadores portátiles -como el X360 de Samsung que es el más ligero del mundo- y algunos productos de conectividad, pero no es el foro más propicio. Jongwoo Park, presidente de la división de consumo de Samsung, reconoció que el manejo del televisor y su conexión con el resto de aparatos es aún muy complicado y auguró avances rápidos en este terreno.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.