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RTVE acelera la salida de los últimos 630 prejubilados

A final de año se habrán desvinculado 4.150 empleados

Rosario G. Gómez

La corporación RTVE ha puesto en marcha un plan para impulsar la salida de los últimos 631 trabajadores incluidos en el expediente de regulación de empleo (ERE). Son los pocos que quedan de los 4.150 que deben abandonar la compañía antes de que termine el año. RTVE quiere evitar verse desbordada por los costes de una partida, la de personal, que engulle alrededor del 30% de sus gastos, según fuentes de la corporación.

El comité de dirección está formado por un 70% de contratados

A tenor del calendario sellado hace dos años con los sindicatos, en el segundo semestre de este año estaba previsto que abandonaran la empresa 350 personas. Pero el retraso se ha ido acumulando, en parte por la cobertura de los Juegos Olímpicos de Pekín. A 1 de septiembre están pendientes 631 salidas (88 del antiguo ente público, 148 de RNE y 395 de TVE). La empresa asegura que "las desvinculaciones se han producido con normalidad y según los plazos previstos". Otras fuentes sostienen que el lento goteo a lo largo del año (633 en total) está desequilibrando el gasto y que los únicos trabajadores que agotarán el plazo (hasta el 31 de diciembre) son los liberados sindicales y los que se acogieron al ERE sin tener la edad reglamentada pero con más de 23 años de antigüedad.

El drástico recorte de la plantilla es una de las medidas principales del plan de saneamiento de RTVE que se aprobó hace dos años, durante el mandato de Carmen Caffarel. Afecta a los mayores de 52 años, que se jubilan anticipadamente con el 92% de su salario, y va unido a la creación de nuevos puestos de trabajo. De las 800 plazas convocadas por RTVE quedan todavía por cubrir 165. Los nuevos "se están incorporando al mismo ritmo que se producen las bajas", explica un portavoz de RTVE. Esta convocatoria ha permitido que algunos trabajadores que han estado varios lustros en situación de contratados accedan a una plaza fija. Es el caso de Ana Blanco, María Casado o Jenaro Castro.

Pero no todos los que acceden al grupo audiovisual han pasado por el trámite de la oposición. El nuevo director de Canal 24 Horas, Juan Pedro Valentín, llega al cargo directamente tras abandonar el puesto de director general del diario Público. También ha aterrizado en RTVE Elena Sánchez que fue jefa de prensa del portavoz parlamentario del PP durante la pasada legislatura, Eduardo Zaplana.

Para la nueva etapa, la corporación ha fijado una plantilla de 6.454 personas. De este cupo se amortizarán 78 puestos de aquí a 2010, según figura en el contrato-programa que el presidente de RTVE, Luis Fernández, negocia con el Gobierno. El documento especifica que los contratados temporales no podrán superar el 10% de la plantilla total. Pero hay áreas, como el comité de dirección, en las que los contratados representan alrededor del 70%. "Es lógico, hay muchos directivos que también se han prejubilado", apunta un integrante de dicho comité. Y pese a que en la actual etapa se ha recortado la cúpula directiva, algunos sindicatos denuncian que eso no ha representado un significativo ahorro. "El staff cuesta lo mismo que en la época de Caffarel", dicen.

En la nueva plantilla, la mayor parte del personal está adscrito a Madrid -incluidas las corresponsalías- con 4.490 trabajadores, mientras que los centros territoriales darán ocupación a 1.886. Cataluña y Canarias son los que más personal absorben. Estos centros han tenido tradicionalmente la categoría de producción y la preservación de este estatus fue una de las bazas de la negociación con los sindicatos.

Luis Fernández, presidente de RTVE.
Luis Fernández, presidente de RTVE.EFE

Los gestores y directivos se salvan

Si el criterio de la edad se aplicara a todos los trabajadores adscritos a la radio y la televisión estatal, prácticamente la mitad de los 12 miembros del Consejo de Administración deberían abandonar la compañía en los próximos meses. Tienen más de 52 años, la edad tope que se recoge en el expediente de regulación de empleo (ERE) aprobado hace dos años por la empresa y los sindicatos y ratificado por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), organismo al que está adscrito RTVE.

Los miembros del Consejo de Administración, como el propio presidente, son elegidos por el Parlamento sin más condiciones que su idoneidad para el cargo. Pero si la pauta de edad se siguiera también en el estamento directivo, difícilmente se hubiera producido, por ejemplo, el fichaje del nuevo jefe de informativos de Radio Nacional de España, Francisco Medina, que anteriormente trabajó para la cadena estadounidense de televisión ABC y para la española Antena 3.

Pese a todo, algunos profesionales que por edad entraban en el expediente laboral continuarán en sus puestos. "Hay que recordar que el ERE es voluntario", explica un alto cargo del grupo. "Voluntario-forzoso", replica un trabajador de base. De hecho, si no se hubieran apuntado los 4.150 empleados que debían abandonar RTVE, todos los que cumplen 52 años en este 2008 estarían ante sus últimos meses en la empresa.

El plan de prejubilaciones y bajas incentivadas fue la solución pactada por la empresa, los sindicatos y la SEPI para intentar sacar a RTVE de una prolongada asfixia económica. La reforma laboral llegó cuando su deuda se acercaba a los 8.000 millones de euros. De tan gigantesca cantidad se ha hecho cargo el Estado que, además, otorga al grupo audiovisual una financiación estable.

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