Un socialismo balcanizado

El socialismo valenciano, la segunda federación del PSOE en número de militantes (26.400), inicia hoy la elección de los 656 delegados que el último fin de semana de septiembre acudirán a uno de los congresos más cruciales de su reciente historia.

Hundidos en el pozo de las derrotas electorales desde 1993 -y con el PP gobernando con mayoría absoluta en la Generalitat, las diputaciones y los principales ayuntamientos desde hace más de una década- el Partido Socialista del País Valenciano (PSPV-PSOE) acude a su 11º congreso necesitado de encontrar un liderazgo sólido y consciente de que debe plantearse la "refundación" de su proyecto político.

Sin embargo, a sólo cuatro semanas de su cónclave, la confusión reina en las filas socialistas. Cinco dirigentes han planteado públicamente su pretensión de hacerse con la secretaría general del PSPV-PSOE, gobernado por una gestora desde que hace más de un año Joan Ignasi Pla tuviese que dimitir por un escándalo.

Desde su dimisión, cinco personas se han postulado. Jorge Alarte, alcalde de Alaquàs (una población del área metropolitana de Valencia con algo más de 30.000 habitantes) que inició la campaña en las agrupaciones socialistas hace casi un año. Tras él, se postuló el portavoz adjunto del Grupo Socialista en las Cortes Valencianas, Joaquim Puig, cuya carrera ha estado ligada a Joan Lerma, el único socialista que ha presidido la Generalitat y que dirige la gestora del PSPV.

La pugna entre estos dos candidatos se tradujo entre un debate entre ruptura y continuismo en el socialismo valenciano. Pero este esquema tan simple duró poco en una federación que se ha convertido para el PSOE en una región parecida a los Balcanes.

Tras Alarte y Puig apareció el director de la Fundación Jaime Vera del PSOE, el valenciano Francesc Romeu, como una especie de tercera vía, que tampoco aclaró el horizonte. La desorientación y la división de la militancia del PSPV se acrecentó tras el último congreso federal del PSOE. Leire Pajín se esfumó como solución tras su designación como secretaria de Organización y ahora se la juega en su primer conflicto territorial.

Esta situación propició en julio la aparición de un cuarto candidato, el edil de Valencia José Luis Ábalos, que ya se presentó sin éxito a la secretaría general del PSPV en el año 2000. Y tras él, hace sólo una semana, un quinto. La diputada autonómica Ana Noguera, que se postula como garante del proyecto federal. Ahora los cinco buscan el 20% de avales necesarios para formalizar oficialmente su pretensión.