El Gobierno aumenta sus expectativas de salvar los Presupuestos con el PNV
La crisis, la financiación y las cuentas del Estado complican el inicio del curso
Nada que ver con el inicio del curso del pasado año. Si en septiembre de 2007 la obsesión del Gobierno, a punto de entrar en campaña electoral, era hacer valer los buenos resultados de su gestión económica y social, oscurecidos por el debate territorial y el fallido proceso de diálogo con ETA, el Ejecutivo encara el nuevo curso con una crisis económica que se extenderá, al menos, hasta el próximo verano.
Y con incertidumbres sobre los apoyos en el Parlamento a los Presupuestos del Estado, la ley más importante del año.
De la Vega asegura que el Gobierno tiene varias salidas a los Presupuestos
Prorrogar las cuentas públicas lanzaría un mensaje de inestabilidad
- Presupuestos y financiación autonómica. El verano no ha despejado cuáles pueden ser las alianzas que le permitan a Zapatero salvar los Presupuestos en el Parlamento -necesita siete votos para disponer de mayoría absoluta- mientras el vicepresidente económico, Pedro Solbes, está a punto de iniciar las negociaciones, que en algo más de un mes abocarán en la cita parlamentaria.
Sin embargo, que el Gobierno no haya resuelto sus apoyos no significa que la situación esté igual que antes del verano. El viernes, la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, salió muy optimista de la primera sesión del Consejo de Ministros de este curso. Dijo que el Gobierno no tenía una, sino varias soluciones al reto de los Presupuestos.
¿Qué está pasando? Solbes trabaja en la hipótesis del acuerdo con CiU, el partido con visión de Estado que ha respaldado prácticamente todos los Presupuestos, fueran de gobiernos del PSOE o del PP. Y sigue confiando en lograr su voto, pese a su exigencia de vincular los Presupuestos a un acuerdo en el enrevesado debate de la financiación autonómica, que ha complicado las relaciones del Gobierno con los partidos catalanes. La novedad para Solbes radica en que en los últimos días se ha abierto la posibilidad de lograr los seis votos del PNV, que junto con los otros dos del BNG, que gobierna con los socialistas en Galicia, le darían la mayoría necesaria para aprobar los Presupuestos.
¿Por qué el PNV puede votar los Presupuestos cuando mantiene un serio litigio con Zapatero por su rechazo a la consulta de Ibarretxe? Tras las elecciones del 9 de marzo, el PNV estuvo dispuesto a negociar con el PSOE la investidura de Zapatero como presidente. Pero en aquel momento, tras la dura campaña del PP con acusaciones de que el PSOE hipotecaba su política a los nacionalistas, Zapatero prefirió iniciar la nueva andadura con el mensaje de que los socialistas no tenían ninguna dependencia, aunque el coste fue el de salir elegido presidente en segunda vuelta.
Ahora han cambiado las tornas y a Zapatero le interesa el pacto con el PNV. La prórroga de los Presupuestos en el primer año de legislatura sería un gran fracaso para Zapatero, por el mensaje de inestabilidad política que dejaría.
Pero al PNV también le interesa, en principio, apoyar los Presupuestos, porque centraría su imagen en un momento en que está cuestionada por la consulta de Ibarretxe. Además, obtendría importantes contrapartidas. No sólo el respaldo del Partido Socialista de Euskadi a los presupuestos de Ibarretxe. También, y más importante, cuantiosas partidas presupuestarias para el principal proyecto en que está embarcado el Ejecutivo vasco: el AVE que, además, se ha convertido en un símbolo de resistencia frente a ETA, y que beneficiará a Ibarretxe. Ayer mismo, el senador del PNV, Iñaki Anasagasti, manifestaba en una entrevista en El Correo: "El PNV logrará un acuerdo presupuestario con Zapatero".
Si la negociación del Gobierno con el PNV avanza, condicionará a CiU. La estrategia del Gobierno para lograr su apoyo se centrará en apelar a su responsabilidad tradicional, acrecentada por la situación de crisis económica, con el argumento añadido de que empresarios y sindicatos se han comprometido a combatirla conjuntamente. También cree que CiU no tiene fácil explicar a su electorado que no acepta unos Presupuestos que, en cumplimiento del Estatuto, van a mejorar, como nunca, sus inversiones en infraestructuras.
Pero el Gobierno tendrá que convencer a CiU y este partido asumir que los Presupuestos y la financiación tienen plazos distintos. El primero, de un mes, y el segundo, de tres.
- La consulta y las elecciones en Euskadi. El Gobierno y el PNV parecen dispuestos a separar sus relaciones en Madrid del conflicto entre los ejecutivos central y vasco a causa de la consulta de Ibarretxe. A mediados de septiembre se espera la sentencia del Tribunal Constitucional, que previsiblemente declarará inconstitucional la consulta. El PNV ya ha anunciado que acatará la sentencia.
Si se confirma que la principal apuesta política de Ibarretxe es rechazada, esa decisión del Constitucional podría dar pie a que el lehendakari disuelva la Cámara y anticipe a este otoño las elecciones vascas de la primavera de 2009. Pero todos los pronósticos apuntan a que Ibarretxe necesita esos meses para movilizar al nacionalismo ante unos comicios que se presentan muy reñidos, con la peculiaridad añadida de que no podrá presentarse ninguna marca de Batasuna.
Sin embargo, en los medios políticos vascos no se descarta que el nacionalismo de izquierdas, sin relación con ETA, pueda presentar una lista, engrosada, por ejemplo, con sindicalistas de ELA y LAB, e inatacable por los tribunales, que podría condicionar el resultado electoral y poner en peligro las aspiraciones del PSE a conseguir una mayoría no nacionalista.
- Comicios en primavera. La decisión del presidente de la Xunta de Galicia, Emilio Pérez Touriño, de agotar la legislatura autonómica, y la muy probable de Ibarretxe de hacer otro tanto, unido a la convocatoria de las elecciones europeas para junio, implicará que, por primera vez, se van a celebrar tres elecciones distintas de forma casi simultánea. El alejamiento de las elecciones vascas y gallegas del debate presupuestario favorecerá la aprobación de las cuentas del Estado por parte del PNV y BNG.
Las tres elecciones serán un test para el Gobierno y el PP. Si las europeas se presentan mejor para el PP que para el Gobierno, con las autonómicas gallegas y vascas sucede lo contrario. Mariano Rajoy tendrá, en ese momento, que superar el test de sus críticos, que le esperan en función de los resultados del Partido Popular en Galicia y País Vasco.
- ETA y Pacto Antiterrorista. Antes se pondrá también a prueba la actitud de Rajoy ante el Pacto Antiterrorista, que renovó, en julio, tras su encuentro con Zapatero en La Moncloa. Rajoy tiene que demostrar que no utilizará el terrorismo como arma de desgaste del Gobierno y Zapatero, a su vez, cumplir su compromiso de no abrir ningún diálogo con ETA hasta que la banda no anuncie su abandono definitivo de las armas.
La debilidad de ETA tras la ruptura de la tregua, con la detención de sus comandos y su disidencia interna, ha facilitado que el PP busque el acuerdo con el PSOE. No podría entenderse, ni siquiera entre los votantes conservadores, que el PP utilice el terrorismo cuando Zapatero ha lanzado el Estado de derecho contra ETA.
- Renovación judicial. Es una asignatura pendiente de la anterior legislatura. Zapatero y Rajoy se comprometieron en julio a resolver en las primeras semanas del curso político primero con la renovación del Poder Judicial y después, la del Tribunal Constitucional.
Las citas clave del nuevo curso político
- Presupuestos. El vicepresidente económico, Pedro Solbes, inicia la próxima semana las negociaciones con los partidos para buscar apoyos. El Gobierno apuesta por CiU y PNV como candidatos prioritarios. En octubre se debaten los Presupuestos en el Congreso y en diciembre se aprueban definitivamente.
- Financiación autonómica. En septiembre, el Gobierno inicia la segunda fase de la negociación con las comunidades autónomas, con la pretensión de cerrar el acuerdo antes de tres meses.
- Tres elecciones en primavera. Hacia el mes de marzo se celebrarán las elecciones gallegas y vascas. En junio deben celebrarse las europeas.
- Renovación judicial. Zapatero y Rajoy acordaron en julio que en septiembre se renovaría el Consejo General del Poder Judicial. Posteriormente se renovará el Tribunal Constitucional: el Congreso designará un magistrado y el Senado, cuatro.
- Pacto Antiterrorista. El acuerdo renovado entre el presidente y el líder de la oposición en julio se pondrá a prueba en toda la legislatura.
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