Georgia rompe relaciones con Rusia
Tbilisi cierra su embajada en Moscú en protesta por el ataque ruso - La diplomacia europea cree difícil aprobar sanciones contra el Kremlin
Georgia anunció ayer la ruptura de relaciones diplomáticas con Rusia a causa del reconocimiento de la independencia de las regiones separatistas georgianas de Abjazia y Osetia del Sur, que Tbilisi considera "anexión de territorios" por parte del Kremlin. Moscú lamentó la decisión tomada por Georgia y declaró que sus diplomáticos están preparados para regresar al país. Mientras, en vísperas de la cumbre de Bruselas en la que la Unión Europea analizará la crisis en el Cáucaso, Rusia hizo un llamamiento a la "objetividad y racionalidad" y pidió a Europa que no se precipite en acciones de castigo. La posibilidad de imponer sanciones, que solicitan algunos países de la UE, parece lejana, según algunos diplomáticos europeos, que aseguran que el Kremlin ha dejado entrever que habría represalias en el ámbito energético.
El Ejército ruso abrirá bases en Abjazia y Osetia del Sur
Gorbachov pide que se frene la tensión y se recupere el clima de cooperación
"El poder ejecutivo cumple la resolución parlamentaria adoptada el 28 de agosto sobre el rompimiento de relaciones con la Federación Rusa", informó ayer el viceministro de Exteriores de Georgia, Grigol Vashadze, quien especificó que en Moscú sólo permanecerán el cónsul, el vicecónsul y personal técnico. Tbilisi aún no ha decidido quién representará sus intereses en Moscú, pero se menciona a Ucrania o a Azerbaiyán. Andréi Nesterenko, portavoz de Exteriores de Rusia, dijo lamentar el paso dado por Georgia. "Esto no favorecerá las relaciones bilaterales", señaló. "Sin ese canal de comunicación, nos será difícil hacer llegar nuestros respectivos puntos de vista". Nesterenko, refiriéndose a la reunión de la UE del lunes, dijo que Rusia espera que "la razón venza a las emociones y que los líderes europeos rechacen una evaluación unilateral del conflicto y caracterizar objetiva e independientemente la situación".
La víspera, el ministro francés de Exteriores, Bernard Kouchner, había mencionado por primera vez que se analizarían eventuales sanciones, pero varias fuentes diplomáticas han descartado esa eventualidad. No ha llegado aún la hora de las sanciones, dijeron, pero está claro que las relaciones con Rusia no pueden seguir con normalidad mientras Moscú no cumpla el acuerdo de alto el fuego ni respete la legislación internacional. Los europeos se plantean el aplazamiento de las negociaciones de un acuerdo de asociación.
Mijaíl Gorbachov, ex presidente soviético, hizo un llamamiento a Occidente y a Rusia para que reduzcan las tensiones. "Stop, stop y stop. Hay que detener la escalada; de lo contrario el mar Negro pronto saldrá de sus costas debido a la cantidad de buques de guerra extranjeros", declaró Gorbachov. "Es importante que conservemos todo lo que logramos formar en los últimos años en el ámbito de la cooperación en las esferas más diversas", señaló.
Rusia, mientras tanto, se dispone a abrir nuevas bases militares en las regiones separatistas que acaba de reconocer. El acuerdo se firmará el martes en Tsjinval, capital surosetia. El vicepresidente del Parlamento local, Tarzán Kokoity, no especificó cuántas podría haber en la república, pero una "fuente diplomático-militar" declaró en condiciones de anonimato a la agencia rusa Interfax que el Kremlin puede instalar tres bases en Abjazia y Osetia del Sur: dos en la primera, concretamente en Gudaúta y Ochamchira, y una en la segunda, en Dzhava.
Los especialistas consideran que es preferible tenerlas allí donde en la época soviética había unidades militares. Por ejemplo, en Gudaúta, que posee un aeródromo, podría haber una unidad de paracaidistas, aviones y sistemas de defensa antiaérea; en el puerto de Ochamchira podría instalarse parte de la flota del mar Negro, y en Dzhava, una brigada motorizada.
En Georgia, el presidente Mijaíl Saakashvili viajó a Poti, puerto del mar Negro, donde las fuerzas rusas han seguido después de la guerra. Saakashvili quería inspeccionar los daños provocados por los bombardeos. La agencia Reuters confirmó ayer, por otra parte, que bombas rusas cayeron a apenas 15 metros del oleoducto Bakú-Supsa, de la compañía British Petroleum. Moscú negó en su día esos ataques.
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