Los límites del crecimiento
El FMI ha hecho público un informe en el que se reduce, de nuevo, la previsión de crecimiento para la Unión Europea. Pero, ¿hasta dónde se puede crecer? ¿Es posible, y deseable, un crecimiento ilimitado de las economías mundiales? Una economía que quiere crecer exponencialmente, nutriéndose de un medio ambiente finito, está abocada al colapso. Al amenazar (con su infinita avidez por crecer) los recursos que lo nutren, nuestro modelo de desarrollo se ha convertido en un absurdo viaje hacia ninguna parte. En 1972, el Club de Roma conmocionó la opinión mundial con las conclusiones a las que llegaron. Sus integrantes, eminentes científicos y economistas, pronosticaron que el límite de crecimiento del mundo (siguiendo esta economía de continua progresión) no superaría los cien años. Algunas de sus previsiones ya se han cumplido. Muchos de nosotros, asistiremos en directo a ese temible colapso global vaticinado por estos sabios. Sin embargo, Los límites del crecimiento es una obra que no quiere entregarse al flirteo apocalíptico. El Club de Roma apuntaba en él líneas de solución. Hablaban de, además de frenar la demografía y el desarrollismo ilimitado, modificar la cultura consumista y eliminar la sociedad del derroche. Eran conscientes de que la acumulación de riqueza por parte del Primer Mundo abría una brecha insalvable que enfrentaría a países pobres y ricos.
Los autores de esta obra trataron de despertar las conciencias para cambiar un modelo que nos llevaba a la destrucción pero, lejos de desahuciar al mundo, apostaron por la capacidad del ser humano para reinvertir este proceso. Treinta y seis años después, parece que no hayamos aprendido casi nada. Continuamos empecinados, sin frenos y cuesta abajo. Y ligeramente contrariados por las expectativas de crecimiento que ha vaticinado el FMI después de consultar a su bola de cristal.
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