Iniciativa se queda aislada

El acuerdo al que llegaron la vicepresidenta del Gobierno, Maria Teresa Fernández de la Vega, con el presidente de Iniciativa per Catalunya (ICV), Joan Saura, para evitar que el presidente del Gobierno compareciera en el Congreso sigue levantando polvareda y tensión.

En el Gobierno catalán hay tres posturas bien distintas sobre esta cuestión, como en tantas otras, pero que enfrenta a dos de sus socios: ICV y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). Los socialistas catalanes hacen mutis por el foro, ya que la maniobra de Saura beneficia al presidente Rodríguez Zapatero. ICV ganó notoriedad, y ERC se enteró por la prensa y quedó desplazada.

CiU pregunta a Montilla si Saura "es el más indicado" para desarrollar el Estatuto

Por eso, el martes el vicepresidente del Gobierno catalán, Josep Lluís Carod Rovira, y varios consejeros de ERC recriminaron a Saura que confundiera sus responsabilidades en el Ejecutivo catalán con las de partido cuando pactó con el Gobierno central que la financiación se acordaría en tres meses. El líder de ICV se quedó solo; ni su compañero de partido, el consejero de Medio Ambiente, Francesc Baltasar, salió al quite.

En Iniciativa consideran que ERC se pasa de la raya. El portavoz de ICV en el Congreso, Joan Herrera, indicó que las críticas de ERC contra Saura superan los límites y no son propias de un socio. "ERC ha entrado en una espiral de descalificativos que no son propias de un socio, y sus críticas están superando todos los límites", dijo Herrera.

La situación de tensión ha llegado a la esfera pública con un cruce de comunicados. La dirección general de comunicación del Gobierno catalán expuso que no había "desautorizado" a Saura sino que se desentiende de su pacto con De la Vega. Mientras, ICV señaló que su formación no necesita la autorización de nadie para actuar en el Congreso porque es "soberana".

La tensión en el tripartito se hizo ayer evidente y el principal partido de la oposición en Cataluña, CiU, quiso sacar tajada. Su portavoz parlamentario, Oriol Pujol, puso en duda que Saura esté "capacitado" para continuar liderando el despliegue del Estatuto tras sus "actuaciones negligentes". La federación nacionalista se dirigirá al presidente catalán, José Montilla, para preguntarle si cree que Saura "es la persona idónea" para dirigir la reforma estatutaria.

El portavoz de CiU precisó que la federación sólo transmitirá a Montilla sus inquietudes cuando estén cerradas las negociaciones sobre el nuevo sistema de financiación, para no "enturbiar" la marcha de los contactos. Y es que tanto los nacionalistas como el tripartito sólo esperan la nueva oferta del vicepresidente Pedro Solbes, si la hace.