Los sindicatos piden un grupo de trabajo permanente contra la crisis
Chaves se reúne hoy con patronal y sindicatos para asegurar la concertación
Esta mañana se le pondrá el termómetro a esa señora que ha disfrutado de una salud vigorosa en la última década pero que este año presenta serios y preocupantes achaques, llamada economía andaluza. La fiebre ha subido hasta los 589.360 parados. Mientras, las bajas defensas de la paciente están reflejadas en el Producto Interior Bruto, que ha descendido en el primer trimestre de 2008 hasta el 2,6%, cuando el acumulado de 2006 alcanzó el 4%.
A la primera consulta de hoy acuden el presidente de la Junta, Manuel Chaves, junto al consejero de Economía, José Antonio Griñán, y el presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA). A continuación, los dos primeros se reunirán con los sindicatos. Entre estos últimos, el secretario general de UGT, Manuel Pastrana, avanzó ayer la primera medida: un grupo de trabajo que integre a empresarios, Junta y sindicatos para evaluar las actuaciones contra la crisis y plantear nuevas medidas. Con este banco de ideas regional, UGT persigue una evaluación continua de la crisis. El ascendente desempleo (16,2%) será el principal caballo de batalla. El objetivo será "plantear y proponer nuevas medidas a la Junta a tenor de los resultados de las anteriores acciones", según Pastrana.
A su vez, el secretario general de Comisiones Obreras, Francisco Carbonero, anunció ayer que acude al encuentro con "dos puntos irrenunciables": el mantenimiento de la protección social y nuevas medidas de reactivación económica para frenar el desempleo. Estas últimas se sumarían al "plan de salvamento" para empresas al borde de la quiebra, y el "plan de rehabilitación" del patrimonio para 200 municipios, presentados por Chaves la semana pasada.
Sin embargo, de fondo late la cuestión clave de la crisis: el cambio de modelo productivo y el protagonismo de la construcción ahora que la burbuja del ladrillo se ha desinflado. Existe quórum sobre el fin de un modelo, pero con gruesos matices.
El consejero de Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Espadas, admitió ayer que el equilibrio en estos años "no era el correcto", en alusión al peso de la construcción. "El ajuste de la demanda en el mercado es inevitable, lo cual no significa que queramos frenar la actividad económica que genera la construcción", matizó. Espadas rechazó que exista "parálisis" en el ladrillo, pero recordó los efectos de la crisis que afectan a la compra de viviendas por las familias. "Se está cerrando el grifo de la disponibilidad financiera y son los bancos los que están teniendo dificultades para colocar sus bonos hipotecarios". La Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa y la CEA ya avanzaron el pasado julio las primeras recetas al impulsar negocios alternativos para las constructoras interesadas en diversificar su actividad y reconducir sus beneficios hacia sectores como el aeronáutico.
Mientras, los sindicatos piden a los empresarios que reinviertan sus "enormes beneficios" de la construcción en I+D+I, porque "hasta ahora sólo han abaratado costes, despedido trabajadores y pedido ayuda a la Junta", reflexiona Carbonero. Asimismo, piden que se ejecuten medidas pendientes del vigente VI acuerdo de concertación, que estará hoy sobre la mesa.
La apuesta sindical se decanta por aumentar la inversión en formación de los trabajadores, y aprovechar el desarrollo de la Ley de Dependencia, que en 2015 debería aportar 60.000 empleos. "Los empresarios no pueden estar en el lamento y les da pánico el cambio de modelo, pero ha llegado el momento de encararlo", resume Carbonero.
La patronal insiste
La patronal se resiste y de momento pretende retrasar un cambio productivo que reduzca la dependencia del ladrillo, pese a los malos indicadores de la crisis. "Los modelos no pueden cambiarse de la noche a la mañana, ni de manera automática, y no pueden servir para abandonar actividades en las que somos competitivos", expresó el presidente de la Confederación de Empresarios (CEA), Santiago Herrero, el mes pasado. "La construcción ha sido una de las causas de la crisis, pero también puede ser la salida", añadió.
Los empresarios han protagonizado varios desencuentros con la Junta por las nuevas normativas urbanísticas aprobadas, unas diferencias solventadas en el Pacto por la Vivienda. Ahora los empresarios solicitan ayudas para seguir siendo "competitivos" cuando la crisis toque fondo.
Herrero ha criticado la demora de los pagos de la Administración autonómica, y ha pedido que ésta acuda al rescate de las familias que afrontan problemas de financiación para comprar vivienda, y a las que los bancos han cerrado el grifo.
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