Con la nuclear detrás de la oreja
Los españoles apuestan por las energías alternativas
Los problemas energéticos ocupan hoy un lugar central en el horizonte geoestratégico de los gobiernos, las clases políticas y las élites económicas. Son problemas que afectan a todos los países, y a España en particular y que, afirman los autores de este estudio, no podrán resolverse sin la comprensión y el apoyo de la opinión pública. "En último término, se trata de problemas que constituyen, y constituirán cada vez más, un test crucial de gobernabilidad de estas sociedades", una razón más que suficiente para dedicar la mayor atención al estado y la evolución de esta opinión, y para construir y hacer avanzar una sociología de la energía.
El estudio emprendido por Víctor Pérez-Díaz y Juan Carlos Rodríguez trata de ser una contribución a esa sociología de la energía en base en una encuesta de opinión -realizada en la Península, Baleares y Canarias a 1.200 personas de 18 a 75 años- que, a su vez, ha sido contrastada con los resultados de numerosos estudios anteriores, y con las correspondientes comparaciones con otros países.
ENERGÍA Y SOCIEDAD. ACTITUDES DE LOS ESPAÑOLES ANTE LOS PROBLEMAS DE LA ENERGÍA Y DEL MEDIO AMBIENTE
>Víctor Pérez-Díaz y Juan Carlos Rodríguez
Club Español de la Energía
ISBN 978-84-612-2925-3
El estudio confirma que los niveles de información sobre energía con que cuentan los ciudadanos son bajos: una amplísima mayoría no tiene una idea aproximada del grado de dependencia de las importaciones del exterior ni de los países que nos proveen de petróleo; también son mayoría los que creen que las fuentes más baratas son la solar y la eólica, justamente las más caras.
En cuanto al medio ambiente, la mayoría cree que hay que protegerlo, independientemente de los costes, quizá porque piensa que, al final, dicha protección también tendrá beneficios económicos, como afirma una mayoría amplia acerca de la lucha contra el calentamiento global. En línea similar, casi la mitad cree que la ciencia no resolverá los problemas medioambientales si no se producen grandes cambios en nuestro estilo de vida. Y son muchísimos los que optan por el desarrollo de nuevas energías renovables para resolver nuestros problemas de dependencia energética.
Respecto a la energía nuclear, la encuesta confirma la existencia de una mayoría contraria a esa fuente de energía, de las más contrarias en Europa, aunque dicha oposición admite matizaciones y parece abierta a un proceso de persuasión. Si la cuestión del apoyo o el rechazo se plantea en términos generales, desnudos de mayor argumentación, el rechazo de los españoles supera claramente a los dos tercios de la opinión. Si plantea como grados de apoyo o rechazo o pensando en costes y beneficios, el rechazo cae hasta cerca de la mitad, aunque el apoyo se queda en la cuarta parte.
El rechazo nuclear se sustenta, sobre todo, en el temor: más de dos quintos ven como probable un accidente grave en nuestras centrales en la próxima década, y una mayoría muy amplia no cree que los residuos nucleares puedan almacenarse con seguridad durante muchos años; y son muchos los preocupados por los efectos negativos de las centrales nucleares en la salud.
Esos temores, junto a muchos desconocimientos, están detrás de la gran resistencia de muchos entrevistados a reconocer posibles ventajas de la energía nuclear: son menos los que creen que la energía nuclear ayuda a los europeos a diversificar sus fuentes que los que no lo creen, y todavía más de un tercio no está de acuerdo con que la ventaja de lo nuclear sean sus menores gases de efecto invernadero. En todo caso, los interesados en vender lo nuclear seguirán intentando cambiar estas percepciones. La polémica continuará. -
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.