'CSI' Alcalá

Se busca policía o guardia civil. Licenciado en carreras técnicas o en Derecho. Con buen currículo e interesado en aprender a rastrear y resolver crímenes con precisión científica. Algo parecido al trabajo de los agentes que coordina Gil Grissom en la ficción de la serie CSI, pero sobre el terreno, a la española y con título.

Ése es el perfil básico de los futuros alumnos del primer master oficial en Ciencias Policiales que impartirá en España a partir de octubre la Universidad de Alcalá de Henares (UAH), en Madrid.

Podrán averiguar con una muestra el color de los ojos del asesino

El curso, de un año de duración, sólo tendrá 20 alumnos, miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en activo. El programa de formación, coordinado con el Servicio de Criminalística de la Guardia Civil y la Comisaría General de Policía Científica, se ha diseñado en función de las "necesidades" detectadas en investigaciones reales, explica Virginia Galera, directora del Instituto Universitario de Investigación en Ciencias Policiales de la UAH, que ha puesto en marcha el programa.

"Nuestros alumnos conocerán en la universidad lo que hasta ahora aprendían en los laboratorios", señala. El título oficial "les avalará ante los tribunales de justicia de todo el Estado", según Galera, ponente en un seminario sobre policía científica en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander. "No existe ningún proyecto similar en Europa", señala el comisario general de Policía Científica, Miguel Ángel Santano.

El master, para el que ya está abierta la preinscripción, incluye dos asignaturas troncales: fundamentos jurídicos y fundamentos de la investigación criminalística. Y ofrece diferentes especializaciones a elegir, como química forense, acústica, antropología forense o genética. La segunda parte del curso, que cuesta 7.500 euros, será práctica. Los alumnos trabajarán en los laboratorios codo con codo con los especialistas. "Tendrán dos tutores, uno de la universidad y otro de la policía o de la Guardia Civil", añade Galera.

Una vez acabado el curso, los alumnos podrán elaborar sus tesis doctorales en las líneas de investigación abiertas por la UAH con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Si uno decide apuntarse, por ejemplo, a estudios poblacionales sobre diversidad de segmentos faciales, podrá ayudar a perfeccionar técnicas para identificar a un delincuente del que sólo se conoce la forma de una oreja. La investigación actual se centra en saber con qué frecuencia se dan los determinados tipos de lóbulos, la forma de los cartílagos... Otro trabajo por desarrollar es el estudio de los puntos de las líneas dactilares para determinar si pertenecen a un español, a un subsahariano o a un asiático.

Para los amantes de la informática, hay otras investigaciones en marcha que permitirán recuperar información de la banda magnética de una tarjeta de crédito o de un ordenador dañado tras una explosión. O averiguar, con una muestra dejada por el asesino -una colilla, un cabello-, cuál es el color de sus ojos, del pelo o de la piel. "Es un proyecto en el que están implicados laboratorios de todo el mundo, y de momento ya permite identificar a pelirrojos, que tienen un gen más característico", señala Lourdes Prieto, que trabaja en el laboratorio de Policía Científica y preside la Sociedad Hispano Portuguesa de Genética Forense, con 191 laboratorios en España, Portugal y América Latina.

Sus investigaciones, como las de los futuros CSI de Alcalá, ayudan a estrechar un poco más el cerco a quienes se saltan la ley.