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EL DÍA DESPUÉS DE LA CATÁSTROFE

Una ciudad a media asta

Luto en Madrid por los 153 pasajeros muertos - Cientosde personas guardan silencio en Cibeles y en el aeropuerto

Hoy es el segundo día de luto para Madrid. Hasta mañana, las banderas lucirán a media asta por los 153 muertos de la catástrofe aérea más grave en los últimos 25 años en España. El silencio robado a la consternación se ha adueñado de varios escenarios. Desde Cibeles, donde 200 madrileños se unieron a las autoridades a mediodía de ayer, hasta el aeropuerto, en el corazón de la tragedia.

Decenas de personas se acercaban al pasillo que conduce a los mostradores de Spanair en la T-2. Son las 11.55. La megafonía del aeropuerto anuncia que en cinco minutos se guardarán tres minutos de silencio en memoria de las 153 víctimas mortales de la catástrofe aérea del día anterior. Cerca de 30 trabajadores de distintas compañías forman un semicírculo. A él se unen algunos viajeros en señal de solidaridad. Algunos optan por cubrirse los ojos con unas gafas de sol. La mayoría tiene la mirada perdida. Y todos están de brazos cruzados. Sólo la apertura de las puertas ensucia un silencio agónico.

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Una de las empleadas de Spanair intenta controlar el llanto pero sus ojos ya están enrojecidos y cegados por las lágrimas. Con la mano izquierda se cubre el rostro al tiempo que agacha la cabeza. Otro operario se aferra a una carpeta negra mientras apoya su mandíbula sobre el cuero de la tapa. El empleado le da un respiro a sus párpados y cierra los ojos. Son las 12.03. Un aplauso unánime de 15 segundos pone fin al homenaje.

El ambiente en los cerca de 50 metros que ocupan los mostradores de Spanair en la T-2 es dispar. Había pasajeros de la compañía que confesaban tener cierto respeto a subirse a un avión menos de 24 horas después de la catástrofe; otros

como Armide, un estudiante de cine, lo tienen claro: "No tengo miedo. Estoy acostumbrado a coger aviones". Chantal, una ciudadana francesa de unos 60 años mantiene una conversación tensa con una empleada. Intenta conseguir información sobre sus nuevos vuelos en el mostrador de billetes. Ella y tres familiares -dos hijas y un yerno- tenían que haber volado el miércoles desde Lanzarote a París. Les cancelaron el vuelo y les llevaron a un hotel. "Esta mañana [por ayer] hemos volado a Madrid con la promesa de que esta tarde nos llevarían a París con Air Europa. Pero los vuelos están sobrecargados. Nos han dicho que saldremos mañana, viernes, como muy pronto", explica Chantal, verbalizando el cabreo de su yerno que mueve los brazos con vehemencia mientras dice "Spanair merde" al tiempo que descarga su ira pegando patadas a la primera valla que encuentra. Es uno de los afectados por las cancelaciones del miércoles.

Un empleado de seguridad del aeropuerto vive la discusión apenas a dos pasos. Lleva desde primera hora de la mañana en la misma baldosa y afirma que la mayoría de los viajeros acude a ese mostrador con tranquilidad. "Muy pocos pierden la paciencia", explica, pero cuando lo hacen se produce una situación "muy dura", porque algunos de los trabajadores que les atienden son compañeros, y en algún caso, amigos de los tripulantes que murieron. Algunos rostros delatan tristeza por los compañeros. Ninguno de los trabajadores quiso recordar el accidente.

Luisa está que trina porque Spanair le ha perdido sus maletas después de que su vuelo a Madrid se cancelara el miércoles. Y una empleada le dice que resolverán su reclamación en un mes. Venía de Lanzarote.

Dos transeúntes observan las banderas a media asta en el palacio de Cibeles.
Dos transeúntes observan las banderas a media asta en el palacio de Cibeles.SAMUEL SÁNCHEZ

24 horas después

- Barajas operó ayer 1.224 vuelos, según el director adjunto del aeropuerto.

- El primer avión de Spanair entre Madrid y Las Palmas salió a las 10.15, con media hora de retraso.

- Uno de cada cinco aviones partía con retraso de la terminal 4 del aeropuerto

de Barajas.

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