La sequía obliga a rescatar 300 truchas en el río Segre
Una brigada de agentes rurales y pescadores voluntarios rescataron ayer unas 300 truchas y un millar de peces de otras especies en un tramo del río Segre a su paso por la Seu d'Urgell (Alt Urgell), para evitar su muerte por falta de oxígeno debido a una disminución del caudal de agua. Esta actuación estaba prevista para la próxima semana, pero la crítica situación del río ha obligado a adelantarla.
Las cabeceras de algunos ríos del Pirineo de Lleida se encuentran bajo mínimos como consecuencia, en unos casos, de la falta de lluvias, y en otros de la extracción de áridos o de la actividad de las hidroeléctricas. En dos casos, en el Noguera de Tor a su paso por Barruera (Vall de Boí) y en el Segre a su paso por la Seu (Alt Urgell), los ríos no llevan ni siquiera el caudal ecológico que ha de garantizar la vida de los peces, lo que obliga cada verano a realizar rescates controlados, mediante un aparato eléctrico que provoca una pequeña descarga que inmoviliza momentáneamente a los peces sin causarles daño. La pesca ha quedado prohibida en esa zona. El tramo más afectado por la falta de caudal es el comprendido entre el puente de Alàs y el Parque Olímpico de la Seu, donde ayer las truchas casi no podían nadar.