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Ofensiva terrorista

Un hombre se hace estallar en un control policial en Turquía

Un presunto terrorista murió ayer y nueve policías resultaron heridos en la explosión de un coche al sur de Turquía, en la autopista que une las ciudades de Mersin y Adana, durante la persecución policial de un vehículo sospechoso. El gobernador de la región, Husein Aksoy, informó de que el único ocupante del vehículo perseguido portaba un cinturón con explosivos, y que la detonación se produjo al impactar el coche contra el control policial.

Las autoridades no aportaron información sobre la identidad del presunto terrorista, aunque revelaron que la policía disponía de datos sobre sus planes para cometer un atentado y por eso se inició la persecución.

El suceso se produjo a 10 kilómetros de Mersin, uno de los principales puertos de la costa mediterránea turca. La ciudad cuenta con una importante población originaria del sureste del país, mayoritariamente kurda, y en el pasado ha sido centro de violentas manifestaciones prokurdas.

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Los medios turcos apuntaban a que el fallecido pertenecía al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), aunque Turquía ha sufrido también atentados perpetrados por islamistas de Al Qaeda y por la extrema izquierda.

El pasado 27 de julio, 17 personas murieron y 150 resultaron heridas en un doble atentado con bomba en una calle comercial del distrito de Güngören, en la parte europea de Estambul. La primera de las bombas, de escasa potencia, estalló en una papelera, y la segunda, mucho más potente, explotó en otra situada a escasos metros, causando la mayor parte de las víctimas, ya que muchas personas se habían acercado al lugar para atender a los heridos. Las autoridades turcas apuntaron al PKK como responsable, pero el grupo separatista desmintió estar detrás del atentado.

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Ola de explosiones

Se trató del peor atentado en Estambul desde la ola de explosiones con coche bomba que golpeó la ciudad en noviembre de 2003, cuando 62 personas murieron en ataques sucesivos contra dos sinagogas, un banco internacional con sede en Londres y el edificio del Consulado británico. El propio cónsul del Reino Unido perdió la vida en esta oleada terrorista que se atribuyó Al Qaeda.

También el mes pasado, un grupo armado abrió fuego ante la sede del Consulado de Estados Unidos en Estambul, y tras 15 minutos de intensa refriega tres de los cuatro terroristas que perpetraron el ataque murieron, así como tres policías turcos que custodiaban el edificio.

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