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Reportaje:

Una protesta estrafalaria

Un alcalde, en huelga de hambre para exigir una ley de financiación municipal

Pedro Fernando García cumplió ayer 42 años. Desde hace cinco es alcalde de Polopos-La Mamola, un municipio granadino de 2.000 habitantes, de los que el 30% son inmigrantes. Llegó a la política de rebote, pero la pasión que siente ahora por su trabajo le ha hecho iniciar una huelga de hambre para exigir una ley de financiación municipal "más justa y acorde a la realidad actual". "Por mi pueblo estoy dispuesto a darlo todo, mientras el cuerpo aguante", confiesa.

Trabajador incansable, según aseguran quienes le conocen, el alcalde de este pequeño pueblo de la costa granadina comenzó su vida política en el PSOE. Entró en la agrupación local, "le picó el gusanillo", fue secretario local y llegó a la alcaldía. Por diversos motivos, terminó saliéndose del partido. Fundó, junto a otros compañeros, la Agrupación Socialista Independiente Polopos-La Mamola (70 afiliados) y ganó las últimas elecciones con mayoría absoluta.

El regidor rechaza que los consistorios se financien gracias a la construcción
"La administración nos debe 400.000 euros en subvenciones"

Desde el pasado lunes está encerrado en el despacho de Alcaldía del nuevo Ayuntamiento del municipio con agua y tabaco. Su objetivo es lograr una reunión con representantes de la Administración regional. Espera que sea antes del 31 de agosto, fecha límite fijada para el ayuno. "No sé si llegaré, pero voy a estar hasta que pueda aguantar". Pese a esta situación, el Ayuntamiento continúa con su trajín habitual. El alcalde sigue con su trabajo diario, aunque no recibe a vecinos ni acude a actos públicos, ya que no quiere convertir la huelga en una "tragedia".

Su mujer y cuatro hijos están preocupados pero le apoyan, tanto como los trabajadores que hasta hoy no van a poder cobrar la paga extra de julio. "Es la primera vez que ocurre esto en cinco años y hay que darle un arreglo. Había una previsión de ingresos que no se ha efectuado por la demora de las administraciones públicas y eso afecta incluso a las nóminas de los empleados".

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Por eso se ha puesto en huelga de hambre, está en contra de que los ayuntamientos se financien con el ladrillo. La crisis inmobiliaria ha puesto en apuros a muchos pueblos y Polopos-La Mamola no es una excepción. "Entre 200.000 y 300.000 euros hemos dejado de ingresar en las arcas municipales por licencias de obras. Y unos 400.000 nos debe la administración de subvenciones. Una cantidad importante en un pueblo con 1,7 millones de presupuesto anual", lamenta. El pueblo le apoya, aunque no aguarda demasiadas esperanzas. Unas vecinas le regalaron ayer dos boletos del Euromillón.

Las opiniones ante la singular protesta fueron divergentes. El parlamentario del PSOE José García Giralte tachó la huelga de "populista y acto teatral". García Giralte recordó que "el Gobierno está estudiando en qué se puede mejorar exactamente la financiación local, en un debate idéntico al que se libra en el caso de la financiación autonómica". Por el contrario, el PP consideró que la protesta es la "punta del iceberg" de la ley de financiación municipal. "La situación será insostenible incluso para afrontar gastos corrientes", censuró el parlamentario Carlos Rojas.

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