El cerco llega al Marítim

"Nadie se ha puesto en contacto con nosotros, nos hemos tenido que enterar por la prensa y los carteles en las paradas de autobuses" asegura Jesús Moltó, presidente de la asociación de vecinos de Natzaret.

Los 6.700 vecinos que viven en este barrio valenciano, como los 13.000 que residen en el Grau, notarán más que nadie en Valencia las consecuencias del dispositivo de seguridad que hoy entra el vigor con motivo del Gran Premio de Europa de Fórmula 1.

El corte del puente de Astilleros deja "sitiado" a Natzaret hasta el domingo

"El señor Camps habló de solidaridad pero, al final, para nosotros son todos los problemas", se queja Moltó ya que desde hoy hasta el próximo domingo, el barrio queda "sitiado" por el corte del puente de Astilleros. Dicho puente comunica Natzaret con el puerto y de ahí con el resto de la ciudad. Su cierre además deja al barrio sin una salida peatonal. Tras la experiencia de la Formula 3, la asociación de vecinos del barrio de Nazaret envió al Ayuntamiento una serie de propuestas para mejorar el acceso al barrio durante la semana del corte. Moltó asegura que el Consistorio no ha atendido ninguna de sus peticiones.

Además de quedar aislados, como aseguran los vecinos, en Natzaret y el Grau se van a tener que buscar la vida para aparcar sus vehículos. En el PAI de Moreras, en Natzaret, "ya hay carteles donde prohíben aparcar a los vecinos", asegura Moltó. Lo mismo ocurre en la zona del Grau. Cuenta Jesús Vicente, de la asociación de vecinos de este barrio, que la mayor parte de sus calles se van a "limpiar" de coches. "La única zona que teníamos para aparcar -la calle Juan Verdeguer- la van a acondicionar para los vips", continua Vicente, que asegura que el Ayuntamiento no les ha propuesto ninguna alternativa.

Según fuentes municipales, la avenida del Puerto y Juan Verdeguer seguirán abiertas al tráfico, "por ahora". Sin embargo, a partir de hoy, está previsto el corte del puente de Astilleros, la avenida Ingeniero Manuel Soto y la calle J.J. Dómine -pese a que la vía de servicio permanecerá abierta en dirección a la Malva-rosa-, con el fin de colocar las últimas gradas. Además, el perímetro de seguridad, que en principio afectará la avenida del Mediterráneo, Serrería, la avenida del Puerto y el barrio de Nazaret, se hará más amplio y restrictivo según avance la semana, por lo que tráfico no descarta más cortes de calles.

Mientras, ayer por la mañana la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, recorría las instalaciones del circuito en compañía del presidente de la Generalitat, Francisco Camps. Según las palabras de la alcaldesa, el trazado "va a convertirse en una referencia para todos los circuitos del mundo".

Los vecinos, ajenos a estas declaraciones, esperan que la "desorganización" de la cita deportiva del pasado julio no se repita. Pero no se hacen muchas esperanzas: "A tres días de que todo el circo comience, parece que no nos hacen ningún caso", sentencia Moltó.