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Reportaje:PEKÍN 2008 | Tenis

"González es muy peligroso"

Francis Roig, técnico de Nadal, analiza a su rival en la final, todo un héroe en Chile

-"¿Sabe usted lo que quiere decir Gonzo?".

-"No. Los estadounidenses me llaman Gonzo. ¿Qué significa?", contestó el chileno Fernando González, rival hoy de Rafael Nadal en la final de los Juegos (TVE-1, 10.00).

-"Que es usted un loco impredecible, un salvaje sobre la pista".

- "¡Pensé que era por González! No pasa nada. Es la verdad".

González, el primer chileno que gana medallas en dos Juegos -el bronce individual y el oro de dobles con Nicolás Massú en Atenas 2004-, es un hombre consciente del valor de la simbología. Pega duro, y por eso le llaman Mano de Piedra. Juega atado a los violentos arranques de su prodigiosa derecha, y por eso le llaman Gonzo. También es un héroe de masas, comparte con Massú la paternidad de la plaza Campeones Olímpicos, de Santiago, y es un experto en expresarse sin palabras. De lo contrario, no habría desfilado vestido de huaso, como se conoce en Chile a los agricultores y los ganaderos.

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Acalorado y perseguido por el sonido de sus espuelas, González, número 15 del tenis mundial, de 27 años, fue elegido por votación popular el abanderado de Chile en la ceremonia inaugural. Lleno de orgullo, se cubrió con los ropajes vaqueros de la Zona Huasa, situada en el centro y el sur del país y dedicada mayormente a la agricultura y la ganadería. La elección de su vestimenta y su éxito -"dar medallas a Chile es un tremendo orgullo"- le han reafirmado como icono. González tiene estatus de estrella en su país. En el aeropuerto de Pekín le recibieron decenas de cámaras. Su romance con la tenista argentina Gisela Dulko ocupa decenas de portadas. Y nadie duda de sus condiciones de estrella.

"González tiene mucho potencial", explica Francis Roig, el entrenador que acompaña a Nadal en China. "Habrá que aguantar sus embestidas y hacerle jugar un partido duro, que son los que le van a Rafa", añade, "con la adrenalina muy alta" tras el fenomenal partido que ganó su pupilo en las semifinales contra el serbio Novak Djokovic. "Hay que tenerle mucho respeto", insiste; "González es muy peligroso. Puede causar muchos problemas. Saca muy bien. La derecha es de las mejores del circuito y el revés, si no va en carrera, lo pega muy bien. Tira cortado y fuerte. Por algo está en la final".

El estadounidense James Blake, derrotado, acusó a González de falta de deportividad. La relación entre Nadal y el chileno también tiene aristas de suspicacias extraoficiales. El español jugó contra él en Miami cuando simplemente era un tenista efervescente de 18 años. González dedicó el calentamiento a tirar bolas a la valla procurando no darle ritmo de partido. Ganó, igual que en los cuartos de final del Abierto de Australia de 2007, cuando arrolló a Nadal. No ha sido su único episodio polémico. El suizo Roger Federer vivió con los brazos en jarras tres cuartas partes de la final que les enfrentó aquel año en Melbourne. González interrumpió un juego para cambiarse las zapatillas y otro para coger una raqueta nueva. Además, reclamó insistentemente varias bolas discutidas. Puro juego de trinchera. Una expresión secundaria de su tenis de rompe y rasga.

Fernando González devuelve la bola en el partido contra James Blake.
Fernando González devuelve la bola en el partido contra James Blake.EFE

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