El 80% de agua que consume Alicante procede de desaladoras
La planta Alicante II, en pruebas, da 65.000 metros cúbicos día
Alicante ya no depende de los trasvases, ni de las lluvias o de los acuíferos para beber. El agua que consumen los alicantinos de la capital en un 80% procede del mar, en concreto de las dos plantas desaladoras ubicadas en la partida de Aguamarga.
PP y Consell han pasado de boicotear las desaladoras a tolerarlas
La planta Alicante II, ampliación de la primera, funciona, en periodo de pruebas, desde el mes de julio todavía con un permiso provisional, a la espera de que el Consell conceda la autorización ambiental integrada definitiva. Fuentes de la consejería que dirige José Ramón García Antón avanzaron que "a finales de agosto o principio de septiembre con todos los informes favorables se podría aprobar la licencia definitiva". Durante estas primeras semanas la planta ha empezado a producir 65.000 metros cúbicos diarios, la misma cantidad que se obtiene con la otra planta que lleva funcionando desde octubre de 2003, y que inauguró José María Aznar. Según cálculos de la Mancomunidad de los Canales del Taibilla, un 80% del agua que necesita en verano Alicante procede del mar, y el próximo invierno, que habrá menor demanda, se espera que sea el 100%. "El agua va directamente a los depósitos de Foncalent y Rabassa para abastecer a todo Alicante", explica Joaquín Salinas, director técnico de la Mancomunidad del Taibilla, que abastece a 34 municipios del sur de Alicante. Cuando sólo funcionaba la primera planta un 40% del agua que se consumía en verano era desalada y en invierno alcanzaba un 60%. "Las cantidades obtenidas ahora nos permite repartir mejor el agua procedente del trasvase y de otras fuentes para otras localidades cercanas", admite Salinas.
La producción anual de las dos plantas de Alicante será de 42 hectómetros cúbicos anuales, que se obtendrán a partir de septiembre cuando estén funcionando a pleno rendimiento. La semana pasada, debido a unos problemas de adecuación de los filtros de la nueva planta, se redujo un poco la producción, pero a partir del próximo lunes se espera que vuelva a funcionar con normalidad.
Pero la puesta en marcha de la ampliación de la desaladora de Alicante no ha sido precisamente un camino de rosas. Este proyecto impulsado y financiado por el Gobierno central tuvo que hacer frente a un sinfín de trabas. La Administración autonómica y local, en manos del PP, molesta con la derogación del trasvase del Ebro que aprobó Aznar, criticó ferozmente desde el primer momento la solución diseñada por los socialistas contra la sequía: las desaladoras. El ex consejero de la Generalitat, y actual portavoz del PP en Madrid, Esteban González Pons, bautizó estas plantas como "las nucleares del mar". En todos sus discursos los mandatorios populares criticaban y ridiculizaban estas instalaciones mientras ensalzaban los trasvases y en especial el del Ebro.
El máximo exponente del boicoteo del PP a la construcción de plantas desaladoras está en Torrevieja. La planta más grande de Europa ha sido torpedeada por el PP, que ha presentado hasta tres recursos distintos ante los tribunales para intentar su paralización. Se bloquearon los accesos por parte del Ayuntamiento, que también retiró una caseta informativa del Programa Agua. Pero la ofensiva judicial siempre ha ido acompañada de una política. El primer teniente de alcalde en Torrevieja y diputado provincial, Domingo Soler, llegó a decir en un pleno, en base a un informe universitario, que "la exposición al boro -una sustancia del agua desalada- puede provocar irritación gastrointestinal y atrofia testicular". Ahora la planta se está construyendo a velocidad de crucero, y el PP pliega velas y empieza a admitir como válida el agua del mar para luchar contra la sequía. En la Diputación, presidida por el presidente provincial del PP, José Joaquín Ripoll, aprobaron este mes de agosto una moción que califica la desalación como una "tecnología de gran importancia para la obtención de nuevos recursos hídricos".
Datos y cronología de la planta
- José María Aznar, siendo presidente del Gobierno, inauguró en 2003 la planta desaladora Alicante 1, en Aguamarga.
- El Gobierno socialista de Zapatero proyecta su ampliación, pero el PP boicotea estas instalaciones.
- González Pons, ex consejero de la Generalitat, se refería a las plantas como las "nucleares del mar" y un diputado del PP en Torrevieja aseguró que el agua desalada "puede provocar atrofia testicular".
- La planta Alicante II .funciona en pruebas y espera en septiembre el permiso definitivo del Consell. Su producción diaria es de 65.000 metros cúbicos.
- Las dos plantas abastecerán al 100% el agua que necesita Alicante, capital, para 350.000 personas.
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