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Los embalses de La Marina Baixa triplican la media de agua de 10 años

Ha llovido bastante esta primavera y eso se nota. El agua que contienen los embalses de Amadorio y Guadalest, en la comarca de La Marina Baixa, triplica la media que en estas mismas fechas han tenido estos pantanos desde 1998, según datos difundidos ayer por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ).

Las reservas hídricas están en el 80%, lo que supone 23 hectómetros cúbicos de agua en agosto, cuando la media durante los últimos diez años en estas mismas fechas ha sido de tres veces menos. La CHJ informó de que esta cantidad de agua almacenada es la más alta de los últimos 16 años, ya que la media registrada en los últimos 20 años ha sido de 13,6 hectómetros cúbicos, es decir, casi diez hectómetros por debajo. Para obtener un dato similar al actual hay que remontarse hasta 1992, cuando en pleno verano los embalses de Amadorio y Guadalest contenían 24 hectómetros cúbicos, aunque el umbral de los 25 hectómetros se superó en 1990. En 1974 se logró el récord de los 28 hectómetros cúbicos almacenados en pleno verano. Los mínimos se lograron en 2000, cuando los embalses estaban prácticamente vacíos, o, en 1978, cuando fue necesaria la llegada de cisternas desde Alicante para poder suministrar agua a la población.

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Por otro lado, el debate político versó ayer de nuevo en los trasvases y en la solidaridad entre regiones. El presidente de Castilla-La Mancha, el socialista José María Barreda, en una entrevista a Europa Press, se mostró dispuesto a apoyar un Pacto Nacional por el Agua "siempre que garantice los intereses en materia hídrica de nuestra comunidad". Barreda recordó que su planteamiento es "agua para todos sí, agua para todo no", por lo que no negarán el agua para beber. "¿Cómo vamos a ceder agua para mantener desarrollos que no son sostenibles?", se preguntaba. El presidente de la Castilla-La Mancha recordó que el Tajo desemboca en el Atlántico y que su comunidad no tiene mar. "Sólo tenemos aguas superficiales y subterráneas. Ellos tienen todo un mar para desalar y nosotros carecemos de esa alternativa". Desde el PP, el consejero valenciano, José Ramón García Antón, reconoció que según él los responsables estatales socialistas quieren "un pacto del agua", pero les "traiciona totalmente la política del día a día".

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