EA mantiene el pulso a Urkullu y le acusa de "beneficiar al adversario"
El socio del PNV dice que trabajará "hasta el último segundo" por la consulta
El tripartito sigue enredado en una agria polémica entre sus dos socios principales. Eusko Alkartasuna (EA) salió ayer a la palestra para responder a la censura que el presidente peneuvista, Iñigo Urkullu, le había lanzado el pasado miércoles por plantear la desobediencia al Tribunal Constitucional si finalmente prohíbe la consulta soberanista del lehendakari. Y la respuesta de EA, pese a plantear que "ahora toca hacer piña como país", es muy dura. El partido que preside Unai Ziarreta recalca que no entrará en "declaraciones públicas estériles e incoherentes que sólo benefician al adversario político", aludiendo a las palabras de Urkullu.
Ziarreta arremete contra Bilbao por el proyecto del nuevo Guggenheim
EA optó por contestar a través de un comunicado de su eurodiputado y secretario de comunicación Mikel Irujo. Diversos dirigentes del partido consultados por EL PAÍS renunciaron a pronunciarse y dejaron la única respuesta oficial en manos de Irujo.
El socio del PNV en el tripartito y dos de las tres diputaciones emplaza a Urkullu a que "no se equivoque de adversario", ya que ambas formaciones apoyan "inequívocamente" la ley de Consulta y "todas las iniciativas" que están realizando para que "Madrid no amordace la libre voluntad de los vascos".
Ésta es una de las claves de la pugna que mantienen los dos socios principales del Gobierno de Ibarretxe, que se viene a sumar a la serie precedente de desavenencias que han arrastrado buena parte de la legislatura y en la que ha tenido un destacado papel la sucesión de tres descensos electorales que han vivido desde 2005 (autonómicas de ese año, municipales y forales de 2007 y las legislativas del pasado 9-M). El PNV y EA discrepan sobre cómo responder si el Constitucional prohíbe finalmente la consulta que Ibarretxe quiere convocar el próximo 25 de octubre. Urkullu y los suyos defienden el respeto a la ley; EA, seguir adelante en cualquier caso. Ayer insistió en que "va a seguir trabajando hasta el último segundo para que se celebre la consulta". Y lanza aquí otra pulla a los peneuvistas: "No tenemos la más mínima duda de que nuestros socios de gobierno están en el mismo empeño".
Para Irujo, "lo último que hace falta" son disputas internas entre quienes defienden el derecho a decidir, pues causa "desconcierto" en la sociedad y sólo ayuda al PSOE y al PP. Por ello, prosigue dirigiéndose a Urkullu, "sobra cualquier declaración que no sea constructiva".
No fue esta la única carga de profundidad que salió de las filas de EA hacia el PNV. En una entrevista difundida ayer por Europa Press, el presidente de EA, Unai Ziarreta, arremete contra uno de los proyectos clave defendidos por la Diputación de Vizcaya: el nuevo Guggenheim en Urdaibai. La vizcaína es la única de las tres diputaciones en que EA no cogobierna con el PNV. Para el líder de EA, resulta "preocupante" todo lo concerniente a ese proyecto, ya que el Gobierno "tuvo escaso conocimiento de esa iniciativa" y porque, además, el PNV "está gestionando muy mal las cosas". Y arremte contra el diputado general vizcaíno: "José Luis Bilbao no puede gobernar única y exclusivamente para sus municipios".
Ziarreta reprocha a la Diputación que no haya optado para el museo por la que hubiese sido ubicación "lógica, normal y natural" en la reserva de la biosfera: Gernika, precisamente un municipio cuya alcaldía EA arrebató a los peneuvistas en las últimas municipales. "Los vecinos de Gernika no tienen la culpa de sufrir este tipo de gobiernos en la Diputación o a este tipo de diputados generales", resume.
Ezker Batua, el socio menor del tripartito, que también ha mantenido a lo largo de la legislatura discrepancias de calado con sus socios en materias como la Y vasca o las leyes de Suelo y de Dependencia optó ayer por guardar silencio.
Otros desencuentros
- Las relaciones entre el PNV y EA y su convivencia en el tripartito han venido marcadas los últimos años por discrepancias que han ido creciendo tras sus baj0nes electorales desde las autonómicas de 2005.
- Ruptura de la coalición. En 2007, EA rompió la coalición electoral que le unía al PNV desde 1999.
- Pactos incumplidos. Tras las últimas municipales, EA arrebató a su socio seis alcaldías donde el PNV había sido el partido más votado, en favor propio o de ANV.
- Impuesto de Sociedades. EA se alió con el PSE en 2007 para aprobar en Guipúzcoa un tipo distinto al del resto de Euskadi. El PNV lo corrigió con un decreto que EA estuvo a punto de llevar a los tribunales.
- Coalición cuatripartita. El PNV bloqueó la coalición con EA, EB y Aralar para el 9-M que sus socios querían.
- Mociones. EA se opuso a buena parte de las mociones contra alcaldes de ANV que pactaron el PNV y el PSE..
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