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El PGOU de Málaga se aprobará sin los dos últimos convenios

El PP explica que no se han fiscalizado porque aún están en información pública

Si la elaboración y tramitación de los instrumentos de planeamiento urbanístico son de por sí muy complicadas técnicamente, el Ayuntamiento de Málaga parece haber optado por el más difícil todavía. Mañana aprobará en pleno el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de forma provisional, pero no los dos últimos convenios urbanísticos para el desarrollo de los suelos de Arraijanal y la Térmica, porque no ha habido tiempo para completar su información pública, aunque en el planeamiento ya se incluya la nueva calificación, usos y edificabilidad de los suelos.

Es decir, no se aprueban los convenios, pero sí lo que se estipula en ellos.

El Consistorio no recibirá anticipo de los 86 millones de Arraijanal y Térmica

En esta salvedad explica el gobierno municipal que preside Francisco de la Torre (PP) que no se haya requerido el informe de fiscalización al interventor, que ha reclamado los expedientes de ambos convenios en un escrito en el que afirma haber tenido conocimiento de la firma de los mismos por la prensa.

Según explicó ayer el gobierno municipal, los convenios de Arraijanal y la Térmica se encuentran aún en periodo de información pública, como exige la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA) antes de su aprobación. El primero se suscribió el 9 de julio, y el segundo en los primeros días de agosto y se encuentra en información pública desde el pasado día 6. Desde el Ayuntamiento se asegura que los convenios no tendrán vigencia hasta que se apruebe definitivamente el PGOU por la Junta de Andalucía, por lo que no será hasta entonces cuando tengan que estar fiscalizados y contar con el informe jurídico de secretaría, del que también carecen. Con todo, el Ayuntamiento asegura que el interventor ya tiene los expedientes para informarlos.

Un portavoz municipal explicó ayer que los convenios no crean obligaciones para el Ayuntamiento, porque se incluye la salvedad de que sólo tendrán efecto cuando la administración competente apruebe definitivamente el planeamiento. Sí crea obligaciones para los propietarios de los suelos, entre otras la de abonar 86 millones de euros al ayuntamiento -58 en la Térmica y 28 en Arraijanal-, aunque en ninguno de los dos casos se contempla una entrega de dinero anticipada como si ha ocurrido en otros acuerdos urbanísticos, como el de las torres de Repsol por ejemplo. "La tramitación es distinta a la del PGOU, otra cosa es a efectos de ordenación", afirmó ayer un portavoz municipal para explicar que, aunque los convenios estrictamente no se aprueben mañana, si están incluidos en el planeamiento las determinaciones sobre suelo que se han pactado con los propietarios y son en realidad el objeto de los mismos.

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El convenio de Arraijanal contempla la construcción de 664 viviendas, hotel y equipamiento comercial junto a la playa de Guadalmar. Y el de la Térmica prevé el cambio de uso del suelo de la antigua central para una plaza de diseño singular con cuatro grandes edificios, abierta al mar, y un total de 773 viviendas, hotel, oficinas y comercios.

El PGOU que se aprobará mañana incluye 13 convenios urbanísticos por los que el Ayuntamiento ingresará más de 200 millones de euros y que contemplan más de 5.000 viviendas, la sexta parte de las de nueva programación. El concejal de Urbanismo, Manuel Díaz, destacó ayer que el único objetivo de éstos es "mejorar la ciudad y la calidad de vida de los malagueños ordenando zonas desde la base de un crecimiento sostenible" y recordó que son solo una parte de un PGOU "con el que Málaga da un salto de modernidad como gran metrópoli".

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