Rusia bombardea Georgia en una espiral de guerra abierta
Moscú asegura que el ataque de Tbilisi ha causado 2.000 muertos
La disputa entre Georgia y Rusia por el control de la región rebelde de Osetia del Sur se convirtió ayer en una guerra abierta en la sensible y geoestratégica región del Cáucaso. El conflicto se extendió a la vecina región de Abjazia, que cuenta, como Osetia del Sur, con el respaldo ruso en su intento de independizarse de Georgia. Fuerzas abjazas atacaron un valle controlado por Georgia. En escalofriantes escenas similares a las de la reciente tragedia de los Balcanes, aviones rusos bombardearon los alrededores de la ciudad de Gori, a sólo 40 kilómetros de Tbilisi, la capital georgiana, y causaron 60 muertos según las autoridades locales.
Moscú y sus aliados surosetios aseguran que los ataques de las tropas georgianas se han cobrado esta semana más de 2.000 vidas, incluidas las de 13 soldados rusos, pero no hay verificación de fuentes independientes. El presidente georgiano, Mijaíl Saakashvili, declaró el estado de guerra y ordenó la movilización "contra la invasión a gran escala" lanzada por Rusia. El primer ministro ruso, Vladímir Putin, se plantó en Vladikavkaz, capital de Osetia del Norte. EE UU y la UE enviaron mediadores para detener los combates.
