Vuelven los depósitos clásicos

El mundo de los depósitos se reinventa. Pero..., en realidad, vuelve a sus orígenes. Prácticamente todas las entidades financieras, que buscan por todos los medios captar fondos, y que saben que, en los tiempos de incertidumbre económica y bursátil que corren, son pocos los particulares que desean asumir algún tipo de riesgo, ofrecen los conocidos como depósitos tradicionales a seis o doce meses con rentabilidades superiores al 5%. Sin más complicaciones.

Si a comienzos de año, bancos y cajas apostaban por comercializar productos financieros que incorporaban algo de riesgo -en general, depósitos estructurados que vinculaban su rendimiento final al comportamiento de unas determinadas acciones, índices- ahora ya, y después de lo que ha llovido en los mercados bursátiles van a lo más sencillo: tanto dinero coloca el particular durante un tiempo predeterminado, tanto de interés se le paga. Y ese tanto de rentabilidad ha ido subiendo. El 5% se ha convertido en una barrera, más bien en un límite por lo bajo.

A principios de año estaban de moda los depósitos que tenían más riesgo

Los fondos de inversión son los damnificados por la 'guerra del pasivo'

Los inversores/ahorradores tienen hoy por hoy a su disposición más de una veintena de depósitos de este tipo, que se diferencian entre sí en el plazo -como mucho se alarga ligeramente por encima de los dos años pero, en general, se establece en torno a los doce meses- y en la rentabilidad final que, si bien de media se sitúa en el 5,5% puede llegar a ser del 6,1%. Este es el caso no ya de un depósito sino de la Cuenta Azul de I-Banesto que, desde mediados de julio, ha decidido subir su tipo de remuneración en algo más de medio punto porcentual aunque sólo para los nuevos clientes. No hay límite de cantidad, ni comisiones pero, eso sí, el tiempo en el que se asegura este rendimiento es hasta el 31 de enero de 2009, es decir, unos seis meses. Quienes ya tienen cuenta en la entidad recibirán igualmente el 6,1% en un depósito a seis meses por sus nuevos ingresos. Los intereses se abonan mensualmente y se reinvierten en el depósito de forma automática. Muy cerca le sigue otra cuenta, en este caso, la conocida Cuenta Naranja de ING Direct que, igualmente desde mediados de julio -ambas entidades suelen ir parejas en sus ofertas-, ha decidido subir su tipo de remuneración en medio punto porcentual, hasta el 6%, también sólo para los nuevos clientes. Sin límite igualmente de cantidad y sin gastos ni comisiones, el tiempo en el que se asegura este rendimiento es de cinco meses. Quienes ya tienen cuenta en la entidad recibirán igualmente el 6% en un depósito a cinco meses por sus nuevos ingresos.

El Estirón es el depósito a 18 meses del Banco Popular. Ofrece -a partir de 300 euros y hasta 100.000 euros- un rendimiento del 5,75%; si se supera esta cantidad se llega al 5,8%. Con una condición importante: la oferta es sólo para nuevos clientes.

Lo mismo que ocurre con otro de los depósitos más longevos del momento: el Depósito a 25 Meses de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) ofrece, a partir de 3.000 euros, un 7% el primer mes; el resto, un 4,45% lo que hace que la TAE (tipo anual efectivo) de la operación se establezca en el 4,77%.

Jugar con los grandes números es algo que también utiliza Uno-e. Su Depósito a 9 meses ofrece, por un máximo de 60.000 euros y sólo para nuevos clientes, un 16% nominal anual durante el primer mes y el resto del período (8 meses) referenciado a Euríbor a un mes -0,15 puntos, de lo que, en principio -la futura evolución del Euríbor es una incógnita, aunque en la actualidad se negocia en el 5,35%- se deduce una rentabilidad global anualizada del 5,67%.

Y así una larga lista (véase cuadro) que se incrementa cada día, entre otras razones, porque los inversores/ahorradores están retirando su dinero de los fondos de inversión -sus rentabilidades anuales hasta el pasado 30 de junio oscilaban, en promedio entre un +2,8% de la familia de los monetarios y garantizados de renta fija y un -27% de los especializados en Japón o un -24% de los que invierten en la zona euro- y buscan tranquilidad, plazos claros y rendimientos ligeramente superiores a la inflación.

Los fondos de inversión nacionales tienen de qué preocuparse. En un mes, el pasado junio, perdieron más de 10.000 millones de euros de patrimonio; en un año, más de 60.000 millones, lo que supone un recorte cercano al 23%. El número de partícipes se ha reducido en los pasados 12 meses en más de 1.715.000 personas. Los fondos de inversión internacionales aún tienen mayores motivos de preocupación. El dinero que gestionan se ha reducido más de la mitad: tan sólo mueven en la actualidad 17.892 millones de euros repartidos entre menos de 1,2 millones de inversores.