"Nos quedan muchos años todavía viendo llegar cayucos"
Cuatro ojos ven más que dos. Con esa filosofía se creó, en octubre de 2006, cuando cientos de inmigrantes se colaban en España en un parpadeo -llegaron 887 en un solo día-, el Centro de Coordinación Regional de Canarias. En él, Guardia Civil, Policía, CNI, Cruz Roja o Salvamento Marítimo unen esfuerzos para interceptar los cayucos que intentan llegar a las islas y quizá, salvar la vida de sus ocupantes. El General de la Guardia Civil Francisco Gabella dirige este centro, que está alerta 24 horas al día, 365 días al año.
Pregunta. ¿A qué atribuye el descenso del número de sin papeles llegados a Canarias?
Respuesta. El despliegue en África ha influido mucho. En 2006, el 90% de los cayucos se interceptaban en España y el 10% en sus países de origen. En 2007, la proporción era de 63% a 37%. Este año, las patrulleras conjuntas ya frenan en África al 45% de las embarcaciones. Además, los convenios bilaterales han facilitado mucho las repatriaciones, y eso es un factor muy importante de disuasión. La detención de los patrones, también. Esperamos terminar el año con un descenso del 10% en la llegada de embarcaciones.
P. La ayuda económica a los países de origen ha repercutido en un mayor control fronterizo ¿Hay dinero suficiente para frenar la inmigración ilegal?
R. Nos quedan muchos años todavía viendo llegar cayucos. Con la diferencia de renta per cápita de las fronteras africanas y europeas difícilmente se va a poder evitar que sigan saliendo. Lo que pretendemos es controlar los flujos, la única forma de integración posible.
P. El mayor control fronterizo hace que los inmigrantes prueben rutas más arriesgadas. ¿Llegan menos pero en peores condiciones que antes?
R. De las 93 embarcaciones que han llegado a Canarias en lo que va de año, 71 salieron de Mauritania, dos de Senegal y 20 del Sáhara. Suelen llegar en buenas condiciones. Si no se pierden, ni se estropea el motor, pueden salir de Nuadibú y llegar a Canarias en tres o cuatro días. Nos sorprende muchísimo lo bien que navegan esos cayucos, a veces, en situaciones en las que nuestras embarcaciones lo pasan mal.
P. ¿Son suficientemente rápidos los medios que tienen? Algunos de sus barcos corren menos que los cayucos...
R. Eso se dijo por el Río Miño, que es un buque que tiene unos 30 años y una velocidad de 11 nudos. Es cierto que no navega mucho, pero su tripulación hace un trabajo fantástico en aguas de Dakar, Nuadibú, Banjul. Tenemos helicópteros, pronto un avión de la Guardia Civil y estamos haciendo pruebas para ampliar nuestra capacidad de observación por satélite. En octubre se instalará el Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) en Tenerife, la Gomera y El Hierro. Sellar una frontera es imposible.
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