"Es delicado como un purasangre"
A dos metros de la piscina de la Universidad de Michigan, casi tocando el agua, hay un cubículo repleto de fotos de caballos purasangre. Es el despacho de Bob Bowman, el entrenador jefe, que coge un retrato de dos potrillos y lo acaricia con cariño: "Son mis niños". Son los últimos integrantes de su establo, al que dedica el tiempo de vacaciones. El resto del año lo invierte en los Wolverines, el equipo de la Universidad. Entre los Wolverines figura un tal Michael Phelps, al que Bowman compara automáticamente con el mejor caballo que vio en un hipódromo: Secretariat. Desde que ambos se conocieron en Baltimore, en 1996, han forjado una relación perfecta. Ambos aman las carreras. A partir de hoy afrontan juntos el mayor desafío que jamás asumió un nadador olímpico: ganar ocho oros.
"Has de tener cuidado con las novedades. Si le presionas mucho, puedes hundirle"
"Me da igual que tome comida basura porque sé que ingiere los alimentos básicos"
"Nadaría mejor cada día si no hiciese pesas. Pero, a largo plazo, vale la pena"
Pregunta. ¿Han cambiado los entrenamientos de Phelps desde Atenas 2004?
Respuesta. Hay un aspecto psicológico que siempre te obliga a variar para estimular a los nadadores. La natación puede ser un deporte muy aburrido. Particularmente, los entrenamientos. Luego intentas hacer distintos ajustes. Hemos puesto el énfasis en mejorar la braza y los virajes, que eran algo deficientes. Ha dado buenos resultados.
P. En los Mundiales de 2007 ganó varias carreras en los virajes. ¿Cómo trabajó para mejorarlos?
R. El viraje tiene dos segmentos. Antes de Melbourne, trabajamos la segunda parte: desde que sus pies chocan con el muro hasta que sale a la superficie. Michael hizo muy bien la porción subacuática del viraje. Ahora hemos estado puliendo el primer segmento: cómo incrementar la velocidad del viraje desde el momento en que se deja de nadar, desde la última brazada, hasta que los pies empujan la pared. Michael ha sido lento en esa fase. Es como si se tomara un descanso. Así que hemos estado practicando para recortar tiempo. Si es capaz de llegar más rápido a la pared, rebotará con más fuerza al regresar. Debe hacerse una bola más compacta.
P. ¿Hasta qué punto la aparición de Ryan Lochte es una amenaza para Phelps en los estilos?
R. ¡Al contrario! ¡Que Lochte esté ahí es excelente! Michael necesita razones para seguir mejorando y Lochte se las ha proporcionado. Su dominio de los 200 y los 400 estilos es tan grande que puede incurrir en la autocomplacencia. Necesita alguien que le meta presión.
P. Se da por sentado que Phelps se entrenó más que nadie.
R. Probablemente ha hecho menos volumen de entrenamiento en su etapa de juvenil que muchos otros nadadores. Muchos niños del NBAC [North Baltimore Aquatic Club] le tenían envidia y se metían con él porque era muy superior. Y quise evitárselo. Ahora, los kilómetros que le exijo son más o menos el estándar que demandas a cualquiera de la élite. Pero está indicado porque Michael no es un nadador que asuma cualquier carga. Puede asumir mucho trabajo, pero, si le das algo a lo que su cuerpo no está acostumbrado, puede reaccionar de modo negativo. Es muy delicado. Así que tienes que tener cuidado cuando introduces algo nuevo para no presionarle mucho. Si le presionas, puedes hundirle.
P. ¿Como un purasangre?
R. Exacto. Muy parecido. Es un purasangre, no un percherón. De modo que le trato como tal. Como técnico, a veces debe darte igual y apretar y a veces debes saber cuándo te has pasado de la raya. Si has presionado muy fuerte, debes descomprimir. Saber el cuándo es una virtud.
P. ¿Qué le aportó su experiencia con los caballos?
R. Soy un buen observador. Y el contacto con los caballos me ha ayudado a serlo porque no te pueden decir si están bien o mal, si necesitan más ritmo o no. Debes observarlo todo. He transferido eso a la natación y con mirarlos puedo suponer cómo se sienten los nadadores.
P. ¿Cree que la competición tiene un aspecto artístico?
R. En la natación ocurre lo mismo que en el turf. Hay carreras de caballos que consiguen transmitir una emoción artística. Sucede cuando estamos ante un gran campeón, un caballo que exhibe una naturaleza competitiva singular que le lleva a imponerse de principio a fin, sean cuales sean los desafíos. Su corazón es capaz de superar cualquier prueba. Michael es muy similar a eso.
P. ¿Controla su dieta?
R. Lo intenté. Para él, es muy difícil ganar peso. Pierde kilos fácilmente. Aunque me gustaría que sólo comiese calorías perfectamente sanas, a veces simplemente es incapaz de comer suficiente. Se cansa. Lo que menos me preocupa de él es la comida. Me da igual que tome comida basura porque sé que ingiere los alimentos nutricionales básicos. Su dieta básica es buena, pero luego necesita agregar más calorías. Si sólo comiese ensaladas, pasta y verduras, perdería peso irremediablemente. Por eso le controlo continuamente para que coma más. En Baltimore era más fácil engordar que en Michigan. Desayunaba en un sitio en el que le ponían una comida que tenía 4.000 calorías.
P. ¿Cómo fue la experiencia con pesas antes de Melbourne?
R. No las había hecho antes. Tuvimos que planearlo mucho. Levantábamos las pesas después de nadar para que no afectara a su nado. Le sirvieron porque es suficientemente maduro físicamente. Parto de la base de que las pesas son un lastre para cualquier nadador. Tienes que ponderar: por un lado, está la fuerza que te proporcionan; por otro, comprometen la técnica en el agua. Honradamente, Michael nadaría mejor cada día si no hiciese las pesas. Pero, a largo plazo, la combinación de los dos parece que funciona. Vale la pena.
P. ¿Qué mejoras hizo para batir el récord de los 200 libre?
R. Ahora su brazada es más eficiente. Más equilibrada, más simétrica, con ambos brazos. El brazo derecho se le escurría un poco y lo corregimos para que la proporción de empuje fuese igual en ambos perfiles. Además, ha ganado fuerza y esto le ha dado velocidad, lo cual es muy importante en los 200. En el aspecto técnico ha mejorado la patada de delfín en los virajes.
P. En los 70 se pusieron de moda las brazadas ondulatorias para la resistencia adecuada.
R. Básicamente, Michael empuja recto hacia atrás. En la primera parte de la brazada, la mano cae como un ancla y el codo se mantiene arriba. Él lo hacía así naturalmente desde pequeño y no quise interferir. Pero Ian Thorpe hacía lo mismo. Tiene sentido. Es una brazada que no busca la fuerza ascensorial tanto como la fuerza de arrastre.
P. ¿Por qué descartó los 100 libre del programa?
R. Si Michael se preparase para los 100 libre, podría convertirse en uno de los mejores de todos los tiempos. Pero no puedes entrenarte para los 100 libre si te entrenas para los 400 estilos o los 200 mariposa. Pienso que en 2012 nadará los 100 libre. Pero nunca los 50. Su constitución no lo convierte en el mejor velocista. En Londres su programa será mucho más restringido. Tal vez un par de pruebas individuales y los relevos. Su próximo paso es dedicarse a los esprints.
P. ¿Está cansado de entrenarse tanto?
R. Está contando los días para dedicarse a las pruebas cortas. Es muy difícil nadar 18 carreras en unos Mundiales o unos Juegos. Él lo ha hecho cuatro veces y lo hará una vez más en Pekín. Es la única persona que lo ha conseguido. Para llegar a eso ha tenido que entrenarse a unos niveles que le resultará muy difícil mantener. Ahora necesita casarse, tener una familia y esas cosas a las que no se podría dedicar si tuviese que prepararse otra vez para nadar 18 carreras.
El diario de Phelps
- Hoy: (12.30) Series 400m. estilos.
Su prueba fetiche, el
decatlón que consagra al rey de la natación. Phelps no tenía rival hasta que hace un año surgió su compatriota Ryan Lochte.
- Mañana: (4.00) Final 400 m. estilos. (12.54) Series 200 m. libre. (14.47) Series 4x100 libre.
Su marca en 200m. libre (1m 43,86s) es inalcanzable para los demás. Por otro lado, podría
caerse de las series del 4x100, aunque los técnicos de su país no le dejarán fuera de la final.
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