Los capitanes de su barrio
El fotógrafo Pedro Sara reparte en San Fernando los retratos de sus vecinos
Huele a pescado. En la Casa Titi, la de Bartolo, ya están friendo boquerones a la misma hora que Moncho ha empezado a hacer su gazpacho o que Piedad se ha acostado a la sombra en el sofá que tiene junto a la fachada de la casa que comparten. Es el mismo momento en que Catalina se prepara para dar de comer a los suyos: su marido, su buen número de hijos, su decena de perros y su treintena de pajaritos. En el barrio de la Casería, en San Fernando (Cádiz), parece haberse detenido el tiempo si no fuera porque delante de estas humildes casas se levantan tres enormes torres y una decena de unifamiliares en construcción. El fotógrafo Pedro Sara ha congelado estas historias de supervivencia y ahora las ha repartido en esos mismos sitios, como si sus retratos pararan el reloj de un barrio en vías de extinción.
El extremeño Pedro Sara llegó a Cádiz hace casi dos años y ahora recorre las calles de este barrio de pescadores como un vecino más. Así lo reciben en el bar La Alegría, donde las cuentas se escriben con tiza en el mostrador. "Siempre me han gustado las historias de barrios pequeños como éste, las casas bajas, los niños jugando en la calle, el cielo abierto, el mar", relata el periodista y fotógrafo. "En cuanto vi esas tres torres de 17 plantas al lado de las huertas y de esta gente me di cuenta de que había una historia".
En esos primeros paseos por el barrio conoció a Moncho (José Ramón Sánchez). Fue su cicerone. Decidió fotografiarlo todo, 22 de esos retratos se exponen en la sede del Colegio de Arquitectos de Cádiz, hasta el 31 de agosto, y otros tantos se pueden descubrir en la fachadas de las humildes casas. "Vienen mucho a la fresquita", cuenta Piedad, sorprendida por los curiosos que contemplan las fotografías. "Nos quieren expropiar, pero yo no dejo esto por un pisito", asegura Catalina. Sara ya ha previsto un documental y un trabajo más amplio en Andalucía sobre otras zonas amenazadas. Los vecinos se han dejado retratar en sus calles y en sus casas. Es una forma de reivindicar que todo eso es suyo. Para decir que de ese barrio marinero ellos son los capitanes.
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