Sorpresas de verano
Los libros ambientados en las vacaciones de verano constituyen casi un género en la literatura infantil. Escenario perfecto para las alegres y despreocupadas aventuras de las pandillas, que campan a sus anchas, libres de las obligaciones escolares y del rígido control familiar, son también un excelente telón de fondo para las emocionantes novelas de aprendizaje, en las que los protagonistas crecen descubriendo otras gentes -nuevos amigos, primeros amores, familiares lejanos, secretos de familia- y otras maneras de vivir -al aire libre, en el pueblo de los abuelos o en las colonias de vacaciones, en un país extranjero-, y poniendo a prueba su capacidad como personas independientes y responsables... Una buena muestra de todo ello encontrará el lector (a partir de 11 años) en Las hermanas Penderwick, primera obra de la norteamericana Jeanne Birdsall, que mereció el National Book Award 2005. Una novela espléndida, llena de sorpresas y de humor, en la que se relata el inolvidable verano de una familia atípica -cuatro hermanas, huérfanas de madre; su padre, el doctor Penderwick, un apasionado profesor de botánica, que adora a sus hijas, y Hound, el perro de la familia- en una mansión campestre de Massachusetts. En realidad, la familia ha alquilado la casa auxiliar de la mansión, y las niñas tienen prohibido acercarse a la casa grande y sus jardines, por orden expresa de la antipática señora Tifton, propietaria de la finca. Pero la prohibición servirá de bien poco, sobre todo cuando las niñas conocen a Jeffrey, de 11 años, el triste y solitario hijo de la señora; a Cagney, el joven jardinero de la casa, que las enamora a todas (e incluso al señor Penderwick, que encuentra en él a alguien con quien compartir su gran afición por las plantas), y a Churchie, la bondadosa cocinera, que se convertirá en su mejor aliada.
Las hermanas Penderwick
Jeanne Birdsall
Traducción de Máximo González Lavarello
Salamandra. Madrid, 2008
224 páginas. 13,90 euros
Con unos personajes bien definidos -especialmente las niñas, que remiten directamente a las protagonistas de L. M. Alcott en Mujercitas: Rosalind, 12 años, convertida en la "madrecita" de sus hermanas tras la muerte de su madre; la inteligente, impulsiva y un poco "chicazo" Skye, de 11; la soñadora Jane, de 10, que quiere ser escritora, y la tierna Risitas, de 4, el bebé de la familia, a quien todos miman y a quien Hound no pierde de vista-, que provocan la simpatía del lector; una ambientación perfecta, que transmite vitalidad y frescura, y con una divertida y ágil trama, que va ganando en interés a medida que se entrelazan las peripecias de todos los personajes, la novela atrapa, convence y encanta. Una estupenda lectura para vivir un verano diferente. -
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