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El jurado del pabellón catalán en Venecia amaga con dimitir

La polémica sobre el cambio de dirección y programa del Centro de Arte Santa Mónica (CASM) no se debilita. Ayer, recibió de rebote el Institut Ramon Llull -en principio ajeno al maremoto provocado por la política del Departamento de Cultura-, ya que el jurado que debe fallar el concurso para elegir director del primer pabellón de Cataluña en la Bienal de Venecia de 2009 amagó con dimitir si durante el verano no se soluciona la situación del CASM.

Este jurado está integrado por Manuel Borja-Villel, Ignasi Aballí, Daniela Ferreti, Marta Gili, Chus Martínez y Vicenç Todolí. Ayer firmaron juntos un comunicado en el que aseguran que a mediados de septiembre "evaluarán la evolución de los acontecimientos y reconsiderarán su continuidad como miembros del jurado". El concurso convocado consta de tres fases y la primera finalizará el 2 de septiembre, por lo que es posible que el fallo pueda retrasarse más de lo previsto, lo cual puede repercutir de forma negativa en la preparación de la exposición artística.

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El caso CASM

En el comunicado, los miembros del jurado manifiestan su "desacuerdo más absoluto por la forma en que se han realizado las actuaciones en el Departamento de Cultura, de una manera antidemocrática y sin tener en cuenta las normas recogidas en el Documento de Buenas Prácticas en Museos y Centros de Arte".

Reconocen, eso sí, que en el caso del Llull están en total acuerdo con la manera en que se ha planteado el proceso de selección del proyecto para dar contenido al pabellón catalán en Venecia en el marco de los Eventos Colaterales de la gran feria de arte y consideran que es una contradicción que por una parte se trabaje en esta línea profesional en lo que se refiere al contexto internacional y, en cambio, "el mismo gobierno actúe contra el arte contemporáneo de puertas adentro".

Ayer, ni en el Institut Ramon Llull -que por la mañana había escenificado de nuevo el acuerdo con el Gobierno balear para que vuelva a integrarse en la institución- ni en el Departamento de Cultura se quiso hacer comentarios sobre el comunicado.

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