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Atracado uno de los actores de la compañía Cheek By Jowl

David Collings iba del Matadero al hotel Gran Legazpi

La compañía británica Cheek By Jowl, que dirige Declan Donnellan, se ha llevado un susto durante su actuación en el teatro del Matadero de las Naves del Español. No tanto porque la noche del viernes uno de sus actores, el veterano David Collings, de 68 años, sufriera un atraco, sino por el revuelo que se armó ayer. Unos cacos le habían robado la cartera al actor en la madrugada del sábado con algunas libras y documentos que recuperó al cabo de unas horas.

El Teatro Español y la productora de la compañía británica ayer no entendían "la que se había armado", por un incidente desagradable, pero sin consecuencias -Collings actuó después sin ningún problema-, ya que ciertas informaciones hablaban de "brutal paliza" y una actitud relajada por parte de la policía, ante la cual, Collings no quiso interponer ninguna denuncia porque "no había tenido ninguna importancia el hecho".

La madrugada del sábado Collings, tras la representación de Troilo y Crésida, en la que hace de Pandarus, y tras tomar un tentempié con sus compañeros, se retiró al hotel Gran Legazpi. Antes de llegar, unos jóvenes le atracaron, sin que sufriera agresiones, salvo un empujón. Cuando llegó al hotel lo comentó con sus compañeros y con el recepcionista del hotel y anuló sus tarjetas de crédito.

Al levantarse al día siguiente, Collings se encontró que una señora, a la que está agradecidísimo, había devuelto la cartera. Por la tarde hizo, con normalidad, la última representación de más de tres horas de Troilo y Crésida. Se retiró a las 0.30 al hotel y horas después salió hacia el aeropuerto con la compañía, como tenían previsto. Al llegar a Londres emprendió un viaje por el norte de Inglaterra por compromisos personales.

La versión del hotel Gran Legazpi es que esa noche del viernes el actor y cliente de ellos "se presentó tras sufrir agresiones físicas y la persona que estaba al frente del hotel decidió ella misma prestarle asistencia, pues el cliente quería que se actuara con la máxima discreción". Esta misma fuente señaló que desde el hotel se llamó a la policía por razones de "seguridad".

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