La federación pide a Barberá más implicación ante la cercanía de la F-1

Valencia aspira a ser la capital del deporte, pero para ello hay que esforzarse al máximo. Inició la andadura con la Copa del América, luego llegó el Mundial de Atletismo, habrá Open 500 de tenis en 2009 y ahora toca el turno de la Fórmula 1. El circuito urbano valenciano, alrededor de la dársena, acogió este fin de semana diferentes pruebas de automovilismo que sirvieron de test para calibrar cómo anda de cara a la celebración del GP de Europa del 22 al 24 de agosto. Y llovieron las críticas. Al menos, por la parte que toca al Ayuntamiento de Valencia.

Ayer, la expectación por las carreras y en torno al trazado urbano fue mayor

Si Jorge Martínez Aspar exigía el pasado viernes, como portavoz de la organización, que era necesario que todos remaran en la misma dirección, el presidente de la Federación Española de Automovilismo, Carlos Gracia, suscribió ayer el mismo mensaje su discurso.

"Estas instalaciones son extraordinarias para la ciudad de Valencia, que es la que se va a llevar la mayor parte de los beneficios", apuntó. Por ello, pidió a las administraciones "mentalización, responsabilidad y trabajo para remar en una misma dirección". "El Ayuntamiento tiene que trabajar mucho y muy duro", añadió. Además, advirtió de que puede haber muchos problemas si no se marcan las pautas de lo que hay que hacer en la ciudad en materia de accesos "con mucho interés" y si no se potencia el transporte urbano. "La imagen que se dé será la de toda España. Eso es lo que a mí me preocupa", sentenció.

"Ha sido un test para todos y, en general, ha ido bastante bien", comentó una fuente autorizada del Ayuntamiento. Si bien, este portavoz reconoció que hay cosas que mejorar, como los accesos o las entradas y salidas. Ayer los autobuses y el tranvía funcionaron con cierta normalidad, aunque el Ayuntamiento admitió que hubo algunas quejas por la falta de información sobre los cambios de trayecto. En agosto todo deberá ser distinto.

La representación institucional la acaparó el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, dado que la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, no vuelve hasta hoy lunes de un viaje oficial a EE UU. Eufórico tras recibir el documento de homologación del circuito para la F-1, Camps recordó cómo hace unos meses, en la base del Desafío Español, tuvo la ocasión de hablar con el Príncipe de Asturias y le explicó "los esfuerzos" que se estaban haciendo por traer la Volvo Ocean Race a Alicante y el Gran Premio de F-1 a Valencia, a lo que, según el relato del presidente, Don Felipe le contestó: "Y ahora, la Luna". "Tengo que decirles que ya me he puesto en contacto con Houston y están a punto de pasarme una conferencia con la NASA", bromeó.

El ambiente en torno al circuito estuvo ayer bastante más animado que el día anterior. La gente, que llenó las playas de las Arenas y la Malva-rosa, se las ingenió para buscar sitios elevados desde los que ver los bólidos pasar a toda velocidad. A diferencia de la jornada del sábado, donde la actividad se concentró en las proximidades de la Avenida del Puerto y J. J. Dómine, ayer el lío estaba como cada domingo en el paseo marítimo.