Los pilotos elogian el estado de una pista aún mejorable

Hoy empieza la cuenta atrás. No hay tregua. Tras una semana agotadora, los responsables de Valmor -empresa organizadora del GP de Europa- y de la Federación Española de Automovilismo seguirán en el tajo. Pues "hay mucho que trabajar, mucho", destacó Carlos Gracia. Tras las primeras carreras en el circuito urbano de Valencia su balance fue "absolutamente positivo". "Hemos tenido problemas", reconoció, "pero tenemos capacidad de reacción".

Cuando llegó a Valencia el presidente de la federación dio la orden de que no se quitara ni un tornillo. Iban contrarreloj. "Teníamos que construir, no destruir, porque no llegábamos. Había que soltar los coches a correr". Reconoció que a estas carreras se llegó precipitadamente. Y asumió las escasas críticas que se vertieron sobre el circuito. Las mejoras se harán a partir de hoy.

"Pedimos a los pilotos que entendieran que el circuito no estaba en la mejor de las condiciones", admitió Aspar. Los comisarios han trabajado de 06.00 a 21.00 para que estuviera listo y fuera seguro. Tan solo un piloto, Jaime Arguersuari -ganador ayer de una de las pruebas de Fórmula 3-, criticó los pianos interiores. Los monoplazas los sufrieron. "Deberían ser más planos y más lisos", dijo. Por lo demás, la pista obtuvo el notable alto. Los pilotos se divierten pues es rápida y ancha, lo que facilita los adelantamientos; además es segura. Y el asfalto, resistente.

Visitaron el circuito unas 30.000 personas. Pocas, si se compara con las que seguirán las pruebas en agosto. "Pero el objetivo no era el público. El objetivo prioritario era probar la pista", explicó Aspar.