La espantada de sus majestades
Después de tres décadas de colaboración con EMI, The Rolling Stones pone bajo el control de Universal la gestión de su catálogo
Después de medio año de tensiones con los nuevos propietarios de la compañía EMI, los míticos Rolling Stones han decidido abandonar el barco, poniendo fin a más de tres décadas de colaboración con el sello británico. Liderada por el incombustible Mick Jagger -quien sigue reteniendo su filiforme perfil, cumplidos ayer los 65 años-, la banda ha puesto bajo el control del gigante Universal Music la gestión de todo su catálogo a partir de la legendaria Sticky Fingers (1971), amén del patrocinio de sus dos próximos trabajos. Porque los Stones, convertidos en un grupo de sexagenarios sin intención de retirarse a descansar, pretenden seguir en primera línea de forma indefinida, de la mano de la corporación musical más importante del planeta. Y, seducidos, según alegan, por su "visión de futuro" y un espíritu "a la vez creativo y práctico".
El nuevo patrón de EMI, Guy Hands, se ha enfrentado a estrellas de la casa
La discografía del grupo genera al año ingresos de 1,9 millones de euros
Mick Jagger sería el cerebro gris que ha auspiciado el traspaso a Universal
El baile de millones que ha entrañado la operación con Universal -una cifra no desvelada por las partes, que ha provocado especulaciones dispares-, probablemente haya tenido mucho que ver con la espantada de sus majestades satánicas. Pero los cambios introducidos por el nuevo patrón de EMI, Guy Hands, quien el año pasado pagó más de 5.000 millones de euros para integrarlo en su conglomerado Terra Firma, han acabado por ejercer de espoleta. El empresario británico se ha enfrentado en meses recientes a algunas de las estrellas en nómina de la casa, como Robbie Williams o los Coldplay, irritados ante la nueva orientación de EMI que busca primar la rentabilidad sobre el desarrollo artístico.
El anuncio de Hands de que va a prescindir de 2.000 de sus empleados (un tercio de la plantilla) contribuyó a agitar las aguas. La protesta de la banda Radiohead se ha traducido en un portazo a EMI y la difusión vía Internet de su última propuesta, In Rainbows, luego editada por un modesto sello discográfico. Los Rolling, por su parte, ya dejaron claro en enero que sus miras estaban puestas en Universal, aunque el avispado Jagger, ante todo un rey de las finanzas, dejó en el aire esta declaración de intenciones a la espera de la mejor puja en el universo del negocio musical.
El confirmado abandono, después de 31 años, de la banda que ingresó mayores beneficios a lo largo de 2007 ha supuesto un mazazo para EMI, sobre todo en términos de imagen. Responsables de la compañía matizaban ayer el impacto económico que significará su pérdida: "The Rolling Stones representan mucho dinero, pero el grueso se genera en sus giras y acaba en los bolsillos de los miembros del grupo". La reciente gira mundial de la banda logró recaudar la cifra récord de 355 millones de euros. Las mismas fuentes alegan que el sello intenta huir precisamente de los astronómicos contratos que pesan como una losa en su cuenta de resultados; de ahí el maltrecho estado que presentaba cuando lo adquirió Hands, si bien admitían que la marcha de las huestes de Jagger mermará de forma irremediable su posición en la industria.
Aunque los Stones sólo lanzan nuevo material de forma ocasional (el último, A Bigger Band, en 2005), su formidable catálogo aparece como la madre del cordero en el pacto con Universal, puesto que genera unos ingresos estimados en 1,9 millones de euros anuales. A partir de ahora, sus nuevos patronos pasan a controlar también la comercialización en el mercado británico de las grabaciones del grupo que datan de los años sesenta -y que canaliza el sello Decca-, mientras que en el mercado de Estados Unidos siguen en manos de la compañía Abko.
Los conocedores de la industria musical identifican en Jagger -descrito como un cóctel de seducción y arrogancia, aderezado con una mente privilegiada para alimentar su cuenta corriente- a la materia gris que ha auspiciado el traspaso de los Stones a Universal. Que su gesto sea imitado por otros artistas del sello EMI está todavía por ver. En cualquier caso, los expertos aventuran que las motivaciones de sir Mick se han apoyado a buen seguro en un cheque de astronómicas dimensiones que le confirmarían como el más calculador y exitoso de los empresarios.
El espíritu comercial de sir Mick
La prensa británica se regodeaba ayer del estatus de jubilado adquirido por morritos Jagger, propietario de los labios más sensuales de la historia del rock. El líder de los Rolling Stones celebraba su 65 cumpleaños con el acuerdo que convierte a Universal Music en el nuevo manto que ampara las futuras andanzas de los Rolling Stones, fraguado por el espíritu empresarial de un músico que antaño encarnara la rebelión frente al orden establecido. Michael Phillip Jagger, hijo de la clase media de Kent, pudo escandalizar en su juventud, pero no sin antes enrolarse en unos cursos de contabilidad que, si bien no concluyó al ser expulsado por su comportamiento antisocial, parece no haber olvidado: su fortuna asciende hoy a 273 millones de euros.
Sir Mick sigue manteniendo una extraña relación amor-odio con el resto de sus compañeros, especialmente Keith Richards, quien le ha reprochado en infinitas ocasiones que aceptara la condecoración como caballero de la Reina, hace cinco años, y su obsesión por la imagen. Pero la banda ha depositado en él la confianza para gestionar las finanzas de los Stones, que Jagger lleva con mano de hierro gracias a la ayuda de una consultora de Ámsterdam a la hora de mitigar el pago de impuestos. Dos matrimonios, siete hijos, tres nietos y una dilatada singladura como casanova, que incluye entre sus conquistas la actual esposa del presidente de Francia, Carla Bruni, conforman su equipaje en el ámbito personal. Hoy, colgado del brazo de su nueva novia, la americana L'Wren Scout, el artista más cool del último siglo se ha visto relegado a los últimos puestos en una reciente encuesta que inquiría a los británicos sobre el atractivo de los famosos locales. Pero el sondeo revelaba un dato del que Jagger tomará buena nota: el 41% espera que los Stones sigan en activo cuando sus miembros franqueen la barrera de los 70 años.
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