Finanzas, revolución y represión
La crisis revela facetas antagónicas en la regulación financiera
Ante la crisis financiera que está a punto de cumplir un año, sin que se vislumbre su final y ni siquiera sepamos si estamos o no en su punto álgido, son muy de agradecer las reflexiones sobre las finanzas que, en un formato de libro de bolsillo, hace Antonio Torrero y las dos grandes partes que figuran como subtítulos de la obra, que nos proporciona este reconocido experto en el estudio de las crisis financieras.
Las finanzas como disciplina científica han alcanzando actualmente un elevado grado de formalización y, al mismo tiempo, un enfoque muy empirista que no permite que el primero se aleje demasiado de la realidad.
De esta forma se han logrado avances muy importantes para comprender el comportamiento de los mercados e instituciones financieras, pero no se ha conseguido lo mismo del conjunto del sistema financiero, un ámbito que está siendo objeto de gran interés, entre otros, por organizaciones internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), entre otras, que ven en dicho sistema, y más concretamente en su diseño y modo particular de funcionamiento, un importe factor de desarrollo, sobre todo para los países que necesitan elevarlo.
REVOLUCIÓN EN LAS FINANZAS. LOS GRANDES CAMBIOS EN LAS IDEAS. REPRESIÓN Y LIBERALIZACIÓN FINANCIERA
Antonio Torrero Mañas Ediciones Marcial Pons, 2008 ISBN 978-84-9768-529-0
Dentro de este contexto, la primera parte de la obra de Torrero nos llama la atención sobre la posible existencia de un sistema financiero óptimo cuando analiza, con cierto detalle y un importante apoyo en la literatura existente sobre el tema, unas características que impregnan todo el libro, los cambios que se han registrado desde mediados de los años setenta del pasado siglo acerca de qué tipo de sistema financiero es mejor, si el de corte anglosajón, basado más en los mercados, o el de banca universal, cuyos principales ejemplos se sitúan históricamente en Alemania y Japón.
Esa misma primera parte del libro lleva a analizar la discusión sobre los efectos de las finanzas sobre el sistema económico, y en particular sobre la estabilidad, o la falta de ella, en ambos. A fin de cuentas, las primeras no deberían tener sentido por sí mismas, sino en cuanto facilitan la asignación de recursos financieros en la economía.
La segunda parte de la obra comentada no es menos interesante que la anterior, y trata del papel de la regulación financiera o de la ausencia de ella, aunque la palabra que utiliza para referirse al papel de la primera, represión, ha tenido en nuestro país unas connotaciones que tal vez no la hagan muy adecuada, ya que la regulación del sistema financiero no debería ser nunca arbitraria, sino responder a unos objetivos legítimos por sí mismos.
En los tiempos actuales existe un claro consenso en torno a tres de esos grandes objetivos: la estabilidad del sistema financiero, la protección de los consumidores o la protección de los inversores, además de unas condiciones de competencia equitativas para todos sus participantes.
Al igual que la parte anterior, también aquí se utiliza un análisis muy contextualizado a lo largo de la historia y de las diferentes opiniones que se han ido desarrollando sobre cada uno de los temas. Aunque, en consonancia con lo ocurrido en los últimos tiempos, se pone el énfasis en la liberalización, incluyendo, por ejemplo, su relación con las crisis financieras sería demasiado simplista considerarlo así.
Cuando en estos momentos, dentro y fuera de nuestro país, algunas instancias se preocupan por los costes excesivos de la regulación financiera hay que pensar que la liberalización, no sólo la regulación, tiene sus límites.
He titulado este comentario con tres conceptos sobre los que se pueden articular dos preguntas: ¿son las finanzas revolucionarias?, ¿son represivas?, a las que sería bueno que el lector diera por sí mismo respuesta, con o sin la ayuda de este libro. Muy probablemente, las respuestas serán distintas en cada caso.
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