La demolición del 'scalextric', un triunfo para el Guinardó
Las obras de derribo en la plaza de Alfons X empezarán en enero de 2009
Al scalextric de la plaza de Alfons X le quedan meses de vida. El Ayuntamiento de Barcelona decidió hace unos meses su derribo. La demolición empezará en enero del 2009 y acabará en junio de ese mismo año. De esta manera, se podrá aprovechar todo el verano, explica el Ayuntamiento, para la reforma de la zona.
Según el proyecto, la rehabilitación de la plaza tendría que estar acabada en diciembre del 2010.
Todo eso fue explicado por responsables del Distrito de Horta-Guinardó en una reunión con la Asociación de Vecinos del Baix Guinardó, la Asociación de Comerciantes de Gràcia Nova y los grupos organizados de petanca.
En 1985 se derribó el ramal del viaducto en dirección al Besòs
En la misma reunión, el distrito reconoció a los vecinos y a las entidades afectadas por las obras su poder de iniciativa, en el sentido de que podrán proponer las modificaciones sobre el proyecto que les parezcan más convenientes.
El desmantelamiento del viaducto de Alfons X es la victoria de una lucha que los vecinos iniciaron en los años setenta, cuando fue construida la infraestructura. En realidad, las protestas empezaron antes de su construcción con el objetivo de impedirla. Pero "era la época de la dictadura [gobernaba el alcalde franquista José María de Porcioles] y lo decidía todo él", explica María Rodríguez, presidenta de la asociación de vecinos.
En 1985, tras 11 años de intensa polémica, los vecinos lograron un primer resultado: el derribo de una de las dos calzadas del cinturón, la que iba en dirección al Besòs, la cual pasaba a pocos metros de los balcones de algunos edificios. Tras esta primera victoria, tuvieron que pasar seis mandatos hasta conseguir la promesa oficial de desmontar definitivamente el viaducto. "Todos los años", afirma María Rodríguez, "explicábamos nuestras quejas a los responsables municipales y ellos nos contestaban que tratarían el asunto, pero luego, cada vez que se renovaba el Ayuntamiento, siempre había cosas más importantes que hacer".
La gran mayoría de los vecinos del Guinardó coinciden en decir que el scalextric debe ser derribado. "No sirve de nada", "es antiestético", "provoca muchísimo ruido", es lo que más se oye en la calle. También los jugadores de petanca están satisfechos de la decisión, aunque tendrán que cambiar de sitio para practicar su deporte una vez que finalicen las obras. "Nos parece estupendo, porque así la ciudad quedará mejor urbanizada", afirma Antonio Acero, de la Asociación Amics Petanca Gaudí.
Pero no todos comparten esta alegría. "Me comunicaron hace un año que tengo que enterrar los cables de la instalación eléctrica porque afectan a los árboles. Me parece bien, pero no me gustaría gastar una suma importante de dinero -unos 4.500 euros- y que dentro de dos años me digan que me tengo que marchar", comenta preocupado Xavier, dueño del tiovivo de la plaza de Alfons X. Dice que nadie le ha informado del desmantelamiento ni de si las obras le afectarán o no, pero confía en que en septiembre, cuando el Ayuntamiento decida cómo urbanizar la zona, se encuentre una solución buena para todos y un lugar en el que ubicar los caballitos. "Aquí los niños son muy felices, sería una pena si se acabara", precisa.
Reforma de la calle de Pi i Margall
La demolición del scalextric facilitará, de paso, la reurbanización de la calle de Pi i Margall. Según el presidente de la Asociación de Comerciantes de Gràcia Nova, Xavier Nadal, Ayuntamiento y comerciantes coinciden en renovar la calle ensanchando sus aceras. "El objetivo es dar más espacio a los peatones y a los vecinos, y menos a los coches. Queremos algo más atractivo, con aceras más amplias, parecidas a las del paseo de Gràcia, y con árboles que separen los dos sentidos de la circulación", explica Xavier Nadal. Este diseño es el que más convence a los comerciantes y al propio distrito. Aunque hay otra posibilidad, tipo avenida de Gaudí, con un paseo central. Este diseño no gusta a los comerciantes, que incluso amenazan con irse si se aprueba.
La reforma supondrá la supresión de los aparcamientos en superficie actuales. Los espacios de carga y descarga se mantendrán.
Vecinos y comerciantes de Gràcia Nova llevan muchos años persiguiendo esta reforma, que se ha venido aplazando por falta de fondos.
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