Prohibido apostar
Ni los jugadores ni los empleados azulgrana pueden jugarse dinero en público o en Internet

Hace año y medio se revisaron los contratos del Barcelona para que no se quedaran desfasados y se añadió una cláusula según la cual se prohíben las apuestas. Así, cuando firman por el club, los futbolistas o los empleados se comprometen a no apostar mientras estén vigentes sus contratos. "Esta condición se instauró para que nadie pueda hacer uso de la información privilegiada que tenga como trabajador del Barça", explican desde la entidad azulgrana.
En los contratos no faltan las habituales prohibiciones, como la imposibilidad de practicar deportes de riesgo, subirse a cualquier tipo de moto o consumir drogas. "Si se demuestra el dopaje, el club se guarda el derecho a despedir al jugador", revelan fuentes oficiales. No se prohíbe, sin embargo, practicar otros deportes menos susceptibles de lesión como el paddle, el tenis o la natación.
Pero sí que se han vetado, como medida de prevención y de espíritu deportivo, las apuestas en público o en Internet y en los casinos. "En las casas de apuestas, por ejemplo, se puede apostar a qué ocurrirá primero: una falta, un saque de banda o un lanzamiento", dicen en el club; "aunque no dudamos de que los futbolistas siempre quieren ganar, así evitamos tentaciones". Y, de paso, también se elude la posibilidad de hacer grandes apuestas en las últimas jornadas, cuando presuntamente se mueven los maletines.
A los jugadores del Barça parece no importarles. "La medida esta bien porque respeta al deporte. Es una decisión lógica", concede Piqué. "La verdad es que ni me había fijado. Pero, bueno, lo mismo me da porque nunca he apostado", apunta Martín Cáceres. "Pues en mi contrato no pone nada. Firmé en 2005, hasta 2010, y no sale nada de apuestas", dice Xavi, que bromea: "Tendré que aprovechar estos dos años...".
La prohibición no se extiende, claro, a la quiniela o la lotería.
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