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30.000 vecinos de Jaén se quedan sin agua por una avería

La rotura de una tubería debido a unas obras afecta a siete pueblos

Ginés Donaire

Casi 30.000 vecinos de la comarca jiennense de La Loma no tienen agua en sus grifos desde la noche del miércoles por la rotura de una tubería de la red general que tuvo que ser desplazada por las obras del tramo de la Autovía del Olivar entre Úbeda y Baeza. La empresa encargada de la gestión del agua del consorcio de La Loma, Somajasa, repartió, en colaboración con miembros de Protección Civil, unos 240.000 litros de agua embotellada transportada entre cuatro tráilers -45.000 litros en botellas de litro y medio- y el resto en seis camiones cisterna. También se repartió agua no potable para las construcciones y se atendieron las necesidades del ganado de la comarca.

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Reestablecido el suministro de agua en Baeza

Las localidades que se han visto afectadas por el corte de agua son Baeza, Rus, Ibros, Torreblascopedro, Canena, Lupión y Begíjar, a las que hay que añadir las pedanías de La Yedra, Puente del Obispo, El Mármol, Barriada del Puente, Campillo del Río, Guadalimar y Sotogordo. En Baeza, el núcleo más afectado con casi 18.000 habitantes, la incidencia de esta rotura fue desigual entre el vecindario, pues muchos de ellos ni siquiera lo advirtieron al contar con aljibes en sus domicilios. Sí que hubo más problemas para el sector servicios, en especial para los establecimientos de hostelería, muy concurridos por el turismo que recibe este municipio que, junto al vecino Úbeda, está declarado Patrimonio de la Humanidad.

El alcalde de Baeza, Leocadio Marín, explicó que la rotura se produjo en un tramo de unos 800 metros una tubería con más de 30 años de antigüedad en el paraje de Clavijo-Montalvo, cuyo trazado se tuvo que modificar por las obras de la autovía. Los movimientos de tierras de esas obras, unido a las altas temperaturas, causaron la rotura. La empresa que gestiona el servicio de abastecimiento desplazó hasta el lugar una retroexcavadora, un equipo de soldadura, cuatro fontaneros y un técnico, con el objetivo de soldar y arreglar la tubería, para lo que se tuvo que vaciar de agua la red. Sin embargo, una vez que se subsanó esa primera avería, al intentar recuperar el abastecimiento se fueron produciendo posteriores roturas, hasta un total de 16, que igualmente se han ido arreglando.

La empresa Somajasa confiaba en tener restaurada la avería ayer por la tarde, aunque el agua aún tardaría en llegar a los domicilios porque es necesario que se repongan los depósitos. No obstante, tanto la empresa como el Ayuntamiento baezano barajaban como segunda alternativa la instalación de una tubería completamente nueva, aunque esta opción tardaría varios días en ejecutarse.

Al hilo de este incidente, el comité de Somajasa criticó la "política de reducción encubierta de personal" que practica la dirección de esta empresa mixta, formada por la Diputación de Jaén y el grupo Acciona Agua. El comité precisó que la zona en la que se ha registrado la avería "lleva más de dos meses sin jefe de servicio ni capataces, al igual que otras zonas como Mancha Real, Rumblar o Alto Guadalquivir", lo que, en su opinión, "repercute negativamente en la prestación del servicio de suministro".

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El comité censuró en un comunicado que la empresa "a veces ni cubre vacantes por vacaciones o bajas laborales y dedica al personal de servicio a obras ajenas a las propias del mantenimiento para obtener el mayor beneficio, a costa, como siempre, de los ciudadanos y de los trabajadores".

Protesta por la construcción de pozos

Varios cientos de agricultores y regantes se concentraron ayer en Garcíez (Jaén), convocados por la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) en protesta por la proliferación de pozos ilegales en el municipio. La comunidad de regantes Garcilense, que posee una concesión para abastecerse del río Cuadros, considera que se está quedando sin agua para sus cultivos debido a los pozos que está construyendo una empresa para poner en riego una finca a más de seis kilómetros de distancia.

Los regantes piden a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) la paralización de las obras al considerar que no tienen licencia. Además, aseguran que los pozos se están construyendo en zonas de dominio público.

El agua también es objeto de polémica en Villargordo, donde la plataforma Caña del Mancebo se opone a dos balsas proyectadas por la CHG para regular la cuenca del río Guadalgullón. La plataforma advierte de la peligrosidad de dichas balsas y tema la expropiación de 300 hectáreas de olivar.

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