_
_
_
_
_

Adiós al semáforo de Sueca

Entra en servicio la circunvalación que evita un punto negro de la N-332

Sueca se despidió ayer a mediodía del molesto tráfico de la N-332. Adiós al semáforo rojo, al punto negro, a trágicos accidentes y a las molestias causadas por los miles de vehículos que, a diario, atravesaban su casco urbano. Dos décadas después de las primeras movilizaciones vecinales, la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, ponía en servicio el tramo de la autovía A-38 que circunvala la población. La carretera, de doble carril, tiene una longitud de 6,6 kilómetros, más 2,4 del ramal que la conecta a Cullera. Álvarez ratificó que el viejo vial se incorporará a la ciudad como una calle más.

La obra ha costado 85 millones de euros, y también da acceso a las carreteras provinciales y comarcales que unen Sueca con la mayoría de poblaciones del margen derecho del río Júcar (Albalat de la Ribera, Riola, Polinyà de Xúquer, Fortaleny, Corbera y Llaurí). Sueca tiene dos accesos. El desdoblamiento de la N-332 para transformarla en la autovía A-38 entre Sollana y el tramo ahora inaugurado deberá estar finalizado en dos años. El enlace desde el nuevo acceso a Cullera hacia Favara y Tavernes de la Valldigna se adjudicó a finales de abril.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_