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Reportaje:

"¿Tiene usted miedo de él?"

El juzgado de violencia sobre la mujer de Castellón ve más de cuatro casos al día

El juzgado de violencia sobre la mujer de Castellón atiende una media de entre cuatro y cinco casos al día, según los datos registrados en el primer semestre de 2008. Este volumen de trabajo y el empeño de su titular, Francisco Sánchez Osuna, la secretaria del juzgado, los funcionarios y el personal de la Oficina de Atención a la Víctima del Delito (OAVD) que atiende los casos relacionados con la violencia de género, hacen posible que funcione.

El exceso de celo puede convertir una borrachera en una denuncia de género

A las diligencias programadas se unen, a diario, asuntos urgentes que, gracias a los juicios rápidos, puede ser juzgados y sentenciados en apenas unas horas. En las vistas, el magistrado formula siempre la misma pregunta: "¿Tiene usted miedo de él?". Suele ser el momento en el que las agredidas se desploman, les tiembla la voz, lloran y muestran el lado más amargo del maltrato, sus consecuencias. Una jornada en el juzgado de violencia echa por tierra prejuicios generalizados como la actitud de los funcionarios o la desidia de los jueces. El horario del almuerzo no es intocable y un turno de guardia como letrado resulta el mejor método para abstenerse del vicio de fumar durante varias horas, tal como reconoce algún abogado.

- Víctima "arrepentida". Irene Adelantado trata de convencerla para que no lo haga: "Vanessa, piénsatelo bien. No tomes una decisión precipitada. Vamos a dejar pasar la tarde, estás tranquila y mañana, a las 9, nos vemos", le dice la coordinadora de la OAVD. Su interlocutora, una joven víctima, quiere comparecer ante el juez para pedir que anule las medidas adoptadas para su propia protección después de haber sido agredida por su pareja. Aunque ella lo solicite, el procedimiento seguirá vivo y, si hay pruebas, él será condenado. Sin embargo, todo eso cambiará si su testimonio es el único argumento para mantener alejado a su agresor. Entonces, el caso será sobreseído y, como ha ocurrido en otras ocasiones, ambos saldrán del juzgado de la mano. "Una de las frases más típicas es que no quieren mandarlo a la cárcel", señala el magistrado. Vaticinan que Vanessa volverá.

- Agresores reincidentes. Igual que ha vuelto Tania, seis meses después de que decidiera no presentar denuncia contra su pareja tras una discusión en plena calle por la que los vecinos alertaron a la policía, que luego no pudo localizar a ningún testigo. Ahora está decidida y solicita medidas de protección, una orden de alejamiento, aunque cree que él no la cumplirá. "Por mí, como si estuviera muerta", responde su agresor al conocer la decisión del juez. "No diga eso", le espeta el magistrado. Y entonces él comienza a explicarle que es más que probable que se crucen en el supermercado. "Usted no puede acercarse a ella", le insiste. "No, no, no me acercaré", contesta. El juicio rápido se aplaza porque uno de los testigos no ha acudido y en la OAVD explican a Tania los servicios que puede solicitar, la telealarma o la atención en el Centro Mujer.

- El alcohol como detonante. Patricia tiene una hija de dos años. Su marido es "reagrupado", no dispone de permiso de trabajo y aporta algo de dinero a la economía familiar cuando le llaman para que ayude con alguna "chapuza". "Se fue a ver el fútbol", relata la joven, "y yo me fui a casa de unas amigas cuando salí de trabajar". "Volvió gritando, que se llevaba a la bebita, me estiró del pelo, me empujó hacia el ascensor, me decía que no servía para nada", explica. "Claro que le tengo miedo", acierta a decir con la voz entrecortada. Él había bebido. "Nueve o diez cervezas en cuatro horas", admite ante el juez. El juicio rápido acaba con una conformidad. Admite los hechos tras la declaración de una testigo y un parte de lesiones. "¿Sabe que tendrá antecedentes y que no se puede acercar a ella, verdad?", le advierte el magistrado.Tres de los cuatro casos juzgados durante la jornada tienen como desencadenante el alcohol. Son situaciones muy diversas, pero con un elemento común, el estado de embriaguez de los agresores.

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- El problema económico. No es la primera vez que Mohamed va al juzgado. En otra ocasión fue absuelto, aunque su esposa, Yasmina, logró una orden de alejamiento. Pero ha caducado y Mohamed se ha trasladado a vivir al mismo barrio. "Es que cuando bebe es otro hombre", dice resignada ella. "Y esta vez estaba el niño por medio y también lo amenazó", añade. "Yo no paro de trabajar y ya no sé qué hacer. Me han dicho en los servicios sociales que si les llevo la denuncia me darán a mí la ayuda familiar que ahora recibe él para pagar la pensión, porque no nos pasa nada", añade. "Además de amenazarle, ¿le insultó?", le pregunta la letrada. Yasmina rompe a llorar. No es capaz de contar ante seis personas, desconocidas para ella, que la llamó "puta". "Mi hijo necesita hablar con alguien, necesitamos ayuda", dice entre gemidos. Durante las declaraciones ante el juez, un psicólogo de la OAVD acompaña a las víctimas. A veces, una caricia sobre el brazo, una voz que la alienta a estar tranquila es suficiente para seguir. Pero en el caso de Yasmina no basta. Poco después, su pareja se conforma con la pena.

- Caso sobreseído. La alerta, el exceso de celo y la tematización de todos aquellos altercados en los que se ven implicados un hombre y una mujer pueden llegar a desembocar en situaciones rocambolescas.

La prensa local publica el siguiente suceso: "Agentes de la Policía Local de Castellón detuvieron ayer a un individuo de 42 años y nacionalidad suiza, acusado de agredir a su compañera sentimental. Una de las unidades de que se encontraba patrullando por el distrito marítimo fue requerida por unos jóvenes que habían escuchado fuertes gritos. Cuando los agentes se dirigieron al lugar, observaron cómo una mujer de mediana edad salía de entre unos matorrales, llorando, muy nerviosa y quejándose del dolor que tenía en una muñeca. Los agentes le preguntaron por lo ocurrido y averiguaron que alguien la había empujado violentamente. En ese momento, salió también de entre los matorrales un varón que, según la presunta agredida, era su compañero sentimental y el presunto agresor. Los agentes procedieron a su detención y trasladaron a la mujer al Hospital General para su asistencia médica". El juzgado de violencia sobre la mujer ve el caso al día siguiente. Judith, de nacionalidad alemana, logra por fin un intérprete y, según su relato ante el juez, lo que ocurrió difiere considerablemente de lo publicado. La pareja paseaba cerca de la playa, después de haber bebido varias botellas de vino, cuando ella tropezó y cayó apoyándose en la muñeca, lo que le produjo un fuerte dolor. Según explica, ni él la empujó, ni la agredió, ni le tiene miedo. Todo fue un malentendido debido a la falta de un intérprete y a la deducción que los jóvenes que avisaron a la policía y los propios agentes hicieron de las palabras, en inglés, y de los gestos que cruzaron.

- Agresores manipuladores. Las pruebas objetivas resultan fundamentales. Pablo llegó ante el juez con un aspecto casi más vulnerable que el de su novia. "He visto cómo daban palizas a mi madre y soy incapaz de tocar a una mujer", explica para contrarrestar el relato de Carmen, que asegura que, tras una discusión, le cogió del cuello y le pegó un puñetazo. Él asegura, con un aplomo y un detalle extraordinarios, que quería acabar con la relación y que ella insistía en mantenerla. Pero existe un parte médico que indica que ella había sido atendida por una lesión en el labio y, tras el asesoramiento de una letrada de oficio, aporta un sms con una amenaza de muerte "si vas a la policía". "Tienen una capacidad de manipulación extrema", asegura Irene Adelantado, de la OAVD, que, finalmente, no volvió a recibir la visita de Vanessa.

Asuntos atendidos

- Casos urgentes: El Juzgado de Violencia sobre la Mujer ha atendido este año 203 casos urgentes de los que se han sobreseído 56.

- Renuncias: Más de la mitad de los casos sobreseídos, 32, se refieren a mujeres que optaron por no presentar denuncia.

- Diligencias: El juzgado ha abierto más de 300 diligencias para los casos que no pueden ser resueltos con juicios rápidos.

- Atención a las víctimas: Entre los asuntos atendidos en los primeros seis meses del año por la Oficina hay 870 casos relacionados con la violencia de género.

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