Las últimas promociones de jueces vascos eligen Euskadi como destino

Parece que definitivamente se ha invertido la tendencia y los nuevos jueces vascos eligen Euskadi como primer destino profesional para ejercer. Ya en 2004 se apuntó esa inclinación y las últimas promociones surgidas de la Escuela Judicial de Barcelona la confirman. De los ocho jueces vascos que salieron formados en las promociones de 2006, 2007 y la de 2008 (les entregaron los despachos a finales de junio), seis se han decantado por juzgados en la comunidad autónoma. Tolosa, Bergara, Irún, Durango y Gernika han sido los lugares elegidos.

El portavoz de la asociación en Euskadi de Jueces para la Democracia, Edmundo Rodríguez, confirma el cambio de tendencia y el hecho de que el País Vasco se ha convertido en un destino "valorado" por los nuevos jueces. "Ya no existe el rechazo de antes. A partir de 1995 incluso se han estabilizado los titulares de los juzgados de las capitales".

"Si hay un ataque directo a los magistrado, las cosas pueden variar"

La comunidad ofertaba diez plazas y siete han quedado vacías

La mala imagen que han transmitido durante años los tribunales vascos en el resto de España debido a la amenaza terrorista y las condiciones políticas y sociales en la que los jueces deben desarrollar su trabajo no ha desalentado esta vez a las nuevas promociones. Ni siquiera el hecho de que tras el asesinato del magistrado de la Audiencia de Vizcaya José María Lidón, en noviembre de 2001, todos los jueces y fiscales que trabajan en Euskadi estén obligados a llevar escolta.

El asesinato de Lidón llevó al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) a aprobar una serie de incentivos laborales y económicos para los profesionales que ejercen en la comunidad. Entre esas medidas de apoyo figuran dos semanas más de permiso al año, un plus especial de dificultad y facilidades para la compra y el alquiler de vivienda. "Desde aquel atentado, hay más facilidades para los jueces, como un régimen de permisos más razonables", corrobora Rodríguez.

El difícil clima de trabajo también se ve compensado con el prestigio que ha ido adquiriendo la Administración de Justicia en el País Vasco. El Gobierno la ha dotado de más recursos y de una organización reconocida por los profesionales del sector, además de modernizar las instalaciones. "Todo eso ayuda", apuntala el portavoz de Jueces para la Democracia, "pero lo realmente importante es que la sensación de presión hacia los jueces ha disminuido. Desde lo de Lidón, no se ha reiterado ningún ataque directo ni a jueces ni a magistrados. En el momento que se produzca un golpe contra la magistratura, las cosas pueden cambiar. La sensación de peligro tiene mucho que ver con percepciones subjetivas".

La última oposición a la carrera judicial (la correspondiente a 2008) ha sido aprobada por 68 alumnos de toda España, de los que dos eran vascos. A finales de junio, recibieron sus despachos. Los opositores disponían de un amplio abanico de plazas a elegir, muchas más que el número de jueces. En el caso de Euskadi, se ofertaban 10. Al final, tres jueces (de los que dos son los vascos que integraban la promoción) han elegido su destino en la comunidad y ha sido desde los puestos 12, 13 y 36 de un total de 68 alumnos. Por lo tanto, siete juzgados no han tenido ninguna petición.

¿Revela ese dato una escasa aceptación de los juzgados vascos como destino profesional entre el resto de los jueces españoles? "No necesariamente", apuntan fuentes del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV). "En esta ocasión, se ofertaban muchas más plazas que número de jueces. Así que han quedado vacantes en todos los sitios". En 2007, de las 13 plazas ofertadas en el País Vasco, cinco no fueron solicitadas por nadie y en 2006 de cinco sólo un juez eligió destino.