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ACS calienta la Bolsa tras anunciar que está dispuesta a vender Fenosa

El grupo alude a negociaciones por segunda vez en cinco meses

El grupo constructor ACS, primer accionista de Unión Fenosa (45,3%) y de Iberdrola (12,4% entre participaciones directas e indirectas) comunicó ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que está dispuesta a vender su participación en la primera de las compañías mencionadas. El hipotético comprador estaría obligado a lanzar una OPA por el 100% de la compañía, cuyo valor en Bolsa, ayer, ascendía a 12.430 millones.

Para la Bolsa en general, y para ACS y Unión Fenosa en particular, el anuncio fue como agua de mayo en campo sediento. Terremoto y subidón. ACS subió un 9,60% y Fenosa un 16,44%, un porcentaje que la eléctrica no había registrado nunca. Gracias al sector energético, el índice Ibex 35 se anotó una subida del 3,14%, la quinta mayor del año.

Los analistas vinculan el anuncio al propósito de reducir deuda

Y eso que el anuncio de ACS fue como la pesadilla de un notario. Detallaba el quién (ACS) y el qué (quiere vender lo que llegó a calificar de "joya de la corona"). Pero ni a quién, ni cómo, ni cuándo. El comunicado enviado a la CNMV sólo aludía a "posibles operaciones a realizar en el marco de las conversaciones que ha venido manteniendo con distintos operadores energéticos tendentes a la reordenación del mapa español del sector". Con un añadido, que "a día de hoy [por ayer] no ha alcanzado acuerdo de ningún tipo al respecto".

El comunicado de ACS, el segundo referido a sus posiciones en el sector energético desde febrero, cuando admitió conversaciones con la francesa EDF, aludía también a un porqué de la posible venta: "concentrar sus esfuerzos en consolidar su participación en Iberdrola". Esta tesis, a la vista de cómo evolucionaron las cotizaciones de las empresas afectadas por el anuncio, no fue muy tenida en cuenta por el mercado. Frente a la espectacular subida en Bolsa de Unión Fenosa, con 20 millones de títulos negociados en un día cuando la media no supera 1,6 millones, Iberdrola sólo subió un 4,71%. De ahí que ayer se multiplicaran los análisis sobre las razones de ACS para poner a Fenosa en el escaparate. JPMorgan, por ejemplo, centró la posible explicación en la necesidad de reducir deuda por parte del grupo que preside Florentino Pérez.

Desde un punto de vista financiero, según el informe de JPMorgan, ACS se encuentra cada vez más presionado para poner en valor algunas de sus participaciones y reducir así su apalancamiento (relación entre la deuda y los fondos propios). De todas sus participaciones, añade el informe, Unión Fenosa sería la única que podría garantizar una venta con prima, ya que se trata de un porcentaje que da el control de la eléctrica.

JPMorgan cuestiona también que la salida de ACS de Unión Fenosa tenga un sentido estratégico y señala que vender esta participación para reducir "presión financiera" e invertir después en Iberdrola no sólo no mejoraría su situación, sino que la empeoraría porque no tendría acceso a los flujos de caja de esta última, mientras en la actualidad sí tiene acceso a los de Unión Fenosa. El posible ahogo financiero de ACS como detonante de la decisión de venta fue rotundamente desmentido. Fuentes de la constructora aseguraron ayer que el anuncio de venta sin fecha es fruto de una simple reflexión, abrillantada en una reunión del comité de dirección de ACS que se celebró el miércoles.

De acuerdo con la versión de ACS, su dirección está convencida de que la mejor opción para la constructora en el sector energético es una fusión Gas Natural-Iberdrola que obligaría al nuevo grupo a ceder activos a Unión Fenosa. Pero esa opción, creen, está cegada. Por ello, el "plan B" consiste en vender Fenosa y "consolidar" posiciones en Iberdrola, donde tiene limitados los derechos de voto al 10% y unas relaciones tensas con el equipo que dirige Sánchez Galán. Iberdrola aseguró que "no comenta rumores y que las operaciones [en referencia a la posible venta de Fenosa] se hacen, no se dicen".

Las fuentes de ACS consultadas descartan también de plano que la decisión anunciada a la CNMV se deba a su deuda neta (18.175 millones, según las cuentas del primer trimestre), al descenso en el valor de sus participadas o al hecho de que sus participaciones estén comprometidas con préstamos bancarios. Y eso que las minusvalías que acumulaba hasta el 15 de julio -desde el 31 de diciembre- eran abultadas: 217 millones por la caída del 28% de Fenosa; 456 millones por el 24,2% que se dejaba Iberdrola y más de 300 millones por la caída del 41,1% de su participada Hochtief.

Las negativas de ACS, sin embargo, no convencen a todos. Ahorro Corporación aseguraba ayer que el grupo constructor "actualmente se ve en cierto modo presionado para deshacer su difícil situación como accionista de Fenosa e Iberdrola a la vez, por su elevada deuda y las garantías a esta deuda ligadas al precio de las acciones" de ambas compañías.

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