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Un trabajador muere en Valdemoro tras caer de un edificio en construcción

El obrero, que iba sin arnés, se precipitó desde una altura de 20 metros

Elfer Allatance Corrales sólo escuchó un grito y un fuerte golpe. Apenas le dio tiempo a girarse cuando su hermano, Rooverg Agustín, ya estaba tirado en el suelo. Ni siquiera lo vio caer desde el quinto piso en el que ambos se encontraban. Bajó a toda velocidad por las escaleras, pero era tarde. "Estaba muerto, ni siquiera llegó a hablar", explicaba horas después del suceso con un hilo de voz. El fuerte golpe en la cabeza lo mató en el acto, según confirmó un portavoz de Emergencias 112. Era la una de la tarde.

Rooverg, de 44 años y nacionalidad peruana, se convirtió ayer en la víctima por accidente laboral número 74 en la región durante 2008. Cayó al vacío desde una altura de 20 metros al encaramarse al hueco de una de las ventanas del edificio de viviendas en construcción de Valdemoro.

Había desenganchado la red de seguridad que rodeaba el edificio para subir material de la obra. En ese momento no llevaba puesto el arnés de seguridad.

"Estábamos aún con los preparativos para hacer la instalación de las ventanas", señaló ayer por la tarde José Guzmán, sobrino de la víctima y responsable de la empresa cristalera Anaya y Guzmán SL, para la que trabajaba el fallecido. El taller había sido contratado hace dos meses por Vitral, a su vez subcontrata de Dragados, titular de la obra en construcción de las 239 viviendas en el nuevo barrio de Valdesanchuela, ubicado a pocos metros de la estación de Cercanías de Valdemoro.

Para CC OO y UGT se trata, una vez más, de un accidente que hubiera podido evitarse, ya que el trabajador no llevaba puesto el arnés y no existía supervisión ni vigilancia en la obra.

El fallecido vivía con su hermano en el barrio de Hortaleza. "Vinieron a España hace casi tres años. Yo mismo les contraté en mi empresa", recordaba al lado de los edificios en construcción José Guzmán, mientras se esmeraba en enseñar a todo el mundo los papeles de sus cuatro trabajadores, todos ellos familiares suyos y de su mujer. "Todo está en regla, todos están dados de alta en la Seguridad Social", repetía.

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En Lima aún viven la mujer y los tres hijos de Rooverg. Allí los dejó para venir a trabajar a Madrid y allí enviaba parte del dinero que ganaba.

El cadáver fue trasladado a las cuatro de la tarde de ayer al tanatorio de la vecina localidad de Aranjuez, donde horas más tarde le fue practicada la autopsia. Sus allegados aún no habían decidido si su cuerpo será trasladado a Perú para ser enterrado.

Igual que hace un año

El número de accidentes laborales sólo en el sector de la construcción fue en los primeros seis meses del año un 14% menor que el registrado durante el mismo periodo de 2007. Sin embargo, la cifra de fallecidos no ha descendido: 13 muertos el año pasado y otros tantos en 2008. Y eso pese a que la actividad ha sufrido un importante recorte desde enero debido a la crisis que atraviesa el sector.

Ése es el balance que hacen los sindicatos de las cifras oficiales de siniestralidad laboral en la región durante el primer semestre del año. "Con una menor actividad en la construcción, hoy tenemos que lamentar las mismas víctimas mortales que hace un año", explicó la portavoz de Salud Laboral de UGT Madrid, Marisa Rufino.

Además, a las 13 víctimas contabilizadas hasta finales de junio en el sector hay que sumar dos más en julio: una de ellas el pasado día 4 en Alcalá de Henares y otra, la de ayer en Valdemoro. Rufino exigió que se desarrollen ya medidas como la publicación del nombre de las empresas infractoras en materia de seguridad.

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