Vizcaya quiere vincular Urdaibai a la prórroga del acuerdo con Nueva York
La Fundación Guggenheim tendrá en septiembre el plan de viabilidad del museo
La ampliación del Museo Guggenheim Bilbao con una nueva sede en la reserva de la Biosfera de Urdaibai requiere la aprobación de la casa madre, la Fundación Solomon R. Guggenhiem de Nueva York. La Diputación de Vizcaya, impulsora en solitario del proyecto, no quiere dilatar los preliminares y prevé que el próximo mes de septiembre el plan de viabilidad del nuevo museo esté listo para ser presentado a la fundación neoyorquina y se puedar abrir de inmediato una negociación que culmine con la luz verde para ponerlo en marcha. Su intención es negociar la aprobación del museo de Urdabai de forma conjunta con la prórroga del contrato que vinculó a la Fundación Solomon R. Guggenheim con las instituciones vascas -el Gobierno vasco y la Diputación de Vizcaya- para la apertura del Guggenheim en Bilbao.
Los cien millones de euros destinados al proyecto incluyen la compra de obra
El contrato entre la entidad neoyorkina y las instituciones vascas, de carácter prorrogable y con 20 años de duración, vence en 2014. El convenio estableció el pago de una contraprestación económica de 12 millones de euros (unos 2.000 millones de pesetas de 1994) a la Fundación por el uso de su nombre y de sus fondos artísticos. La entrada en escena del proyecto de Urdaibai adelantará la revisión del acuerdo para incluir el nuevo proyecto. En los 100 millones de euros que el diputado general de Vizcaya, José Luis Bilbao, ha puesto sobre la mesa para el nuevo Guggenheim, estarán incluidos los gastos de diseño y construcción del nuevo museo con una arquitectura singular, la ampliación de la colección propia con obra adecuada a la vinculación de arte y naturaleza que se persigue, y la cantidad que la fundación neoyorquina pida por la ampliación de las actividades del Guggenheim y la prórroga del acuerdo rubricado en 1994.
La negociación de la revisión del convenio con Nueva York deberá contar con el apoyo del Gobierno vasco, con quien la Diputación asumió a partes iguales los compromisos de creación del Guggenheim. A pesar de la frialdad inicial con la que el Gobierno ha recibido el proyecto, el PNV vizcaíno confía plenamente en que acabe sumándose a la iniciativa y el Guggenheim, en su totalidad, siga contando, como hasta ahora, con el Ejecutivo y la Diputación como socios al 50 %. Por el momento, la ampliación en Urdaibai, presentada por Bilbao como un proyecto de reactivación económica de la comarca, lastrada por las dificultades que impone la protección medioamental de la reserva natural, está exclusivamente en manos de la Diputación.
La fundación neoyorquina fue informada del proyecto por medio del director general del Guggenheim, Juan Ignacio Vidarte, y del representante de las instituciones vascas en el Board of Trustees (patronato) antes de que se hiciera público. La respuesta oficial de la Solomon R. Guggenheim se limitó a anunciar que analizará su viabilidad con un minucioso análisis.
Ya no será Thomas Krens, el artífice de la expansión internacional de la marca Guggenheim, a quien corresponda negociar el acuerdo. La Solomon R. Guggenheim está a la búsqueda de un nuevo director, después de que Krens decidiera abandonar el cargo en Nueva York para asumir el desarrollo del Guggenheim de Abu Dhabi. A favor de las instituciones vascas jugará el éxito del proyecto de Bilbao, que sigue atrayendo a un millón de visitantes al año después de 10 años de vida, mientras que otras iniciativas de expansión fueron quedando por el camino.
Elección inminente
La ubicación elegida para levantar el nuevo Guggenheim en la reserva de la biosfera de Urdaibai, un área con una superficie de 230 kilómetros cuadrados que afecta a 22 municipios, se dará a conocer en los próximos días. Tras el anuncio del diputado general de Vizcaya, José Luis Bilbao, de dedicar 100 millones de euros a la ampliación del Guggenheim el pasado 24 de junio han aparecido numerosos candidatos a albergar el proyecto.
Por ejemplo, el alcalde de Gernika. José María Gorroño, de Eusko Alkartasuna, se atrevió a afirmar que, con "el 99% de posibilidades", el lugar elegido sería la vieja fábrica de pistolas Astra, junto a la estación de Euskotren, uno de los pocos edificios que quedó intacto en el bombardeo de la aviación alemana en la guerra civil.
Pero está ubicación en el centro de Gernika tiene escasísimas posibilidades de prosperar. El nuevo Guggenheim, volcado en las relaciones entre arte y naturaleza, con un centro de creación artística como corazón de sus actividades y espacio para exposiciones al aire libre, encaja mejor fuera del entramado urbano, en un espacio que "se identifique directamente con la riqueza natural de Urdaibai", según fuentes conocedoras del proyecto.
