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La inflación escala al 5% por el alza del petróleo y la huelga de transportes

El crudo bate sus máximos y alcanza los 147,5 dólares por la tensión en Irán

Claudi Pérez

Estancamiento económico, destrucción de empleo e inflación desbocada. La economía española se enfrenta a la peor de sus pesadillas en 15 años con un cúmulo de problemas internos aderezados por dos impactantes shocks foráneos: la crisis financiera y la escalada del crudo. Los economistas hablan de tormenta perfecta para resumir la situación. Los más ortodoxos, de estanflación (estancamiento más inflación). El índice de precios al consumo se desbocó en junio y se encaramó hasta el 5%, cuatro décimas más que el mes anterior y la mayor tasa anual desde 1995, según el Instituto Nacional de Estadística. Y el crecimiento económico del segundo trimestre se quedará en un raquítico 0,1% o 0,2%, adelantó el vicepresidente Pedro Solbes.

Solbes aventura una bajada de precios "si no se producen sorpresas"

Lo peor está por venir. Los expertos creen que los precios seguirán subiendo al menos hasta agosto, y que los problemas sobre el crecimiento se intensificarán a cada trimestre. El Ejecutivo coincide con ese análisis.

La fiebre inflacionista es aparentemente incompatible con la crisis actual, pero los precios han pasado en un abrir y cerrar de ojos del 4,2% en abril al 5%. "El dato no es positivo", admitió Solbes en uno de sus habituales requiebros. El ministro atribuyó la subida al petróleo -cuyo precio se ha duplicado en un año- y a la huelga de transportistas. Adelantó que la economía experimentó un "ligero" avance entre abril y junio, del 0,1% al 0,2%, lo que dejaría la tasa interanual en torno al 2%. Y, a pesar de todo, tuvo un guiño optimista: "El margen para reducir el impacto del crudo es reducido, pero si no se producen sorpresas significativas esperamos una bajada de la inflación".

El problema es que esas sorpresas no dejan de aparecer. La subida anual de los alimentos elaborados fue del 7,7% hasta junio, por el encarecimiento del arroz y de los aceites. Los no elaborados se elevaron el 5,1% -un punto más que en mayo- por la subida del pescado y la carne. Pero la parte del león del repunte inflacionista está en los hidrocarburos. Éstos sufrieron un alza mensual del 3,1%, que eleva la tasa interanual al 19,2%. Y el crescendo parece imparable: el barril de brent pulverizó ayer sus máximos y llegó a cotizar a 147,5 dólares. Más de cinco dólares de subida en un día por las tensiones en Irán.

"Al contrario de lo que ocurre en la economía mundial, en España lo más preocupante ahora es el estancamiento: la inflación va a moderarse, pero la economía va a empeorar", explicó Vicente Pallardó, director del OCEI. "La subida del petróleo comporta una transferencia de rentas hacia los países productores. Debemos asumir que somos más pobres, pero eso aún no acaba de suceder", dijo.

Los expertos coinciden en que el crecimiento próximo al 0% y la inflación al 5% es uno de los peores escenarios posibles. Federico Steinberg, del Instituto Elcano, afirmó que el problema es "la llegada de efectos de segunda ronda: si la inflación se incorpora a los salarios y a los márgenes empresariales puede originarse una espiral de precios". No parece impensable que eso suceda. Los sindicatos pedían ayer cláusulas de revisión salarial para todos los convenios y reclaman al Gobierno que controle los excedentes empresariales. Pero hay otras dificultades. Para María Jesús Fernández, de Funcas (Fundación de las Cajas de Ahorros), "la tasa armonizada sube hasta el 5,1%, más de un punto que la eurozona, y a la larga eso genera serios problemas de competitividad".

"Más inflación supone más injusticia, peor distribución de la renta, más sufrimiento para las clases débiles y freno al crecimiento", sintetizó el comisario europeo Joaquín Almunia. Para combatirla, los expertos piden reformas estructurales que flexibilicen los mercados de bienes y servicios. La otra receta es subir los tipos de interés, pero eso es un mayor lastre para el crecimiento. "El ajuste no ha hecho más que empezar. Y en el mercado laboral empieza a verse ya que van a pagar los de siempre, las clases bajas y los inmigrantes", cerró José Carlos Díez, de Intermoney.

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Sobre la firma

Claudi Pérez
Director adjunto de EL PAÍS. Excorresponsal político y económico, exredactor jefe de política nacional, excorresponsal en Bruselas durante toda la crisis del euro y anteriormente especialista en asuntos económicos internacionales. Premio Salvador de Madariaga. Madrid, y antes Bruselas, y aún antes Barcelona.

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